Los blancos fueron netamente superiores al Bayern.

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2 REAL MADRID: Iker Casillas, Michel Salgado, Karanka, Iván Campo, Helguera, Roberto Carlos, McManaman, Redondo, Raúl, Anelka y Morientes. Cambios: Baljic por Anelka y Savio por Morientes.
0 BAYERN MUNICH: Kahn, Babbel, Fink, Linke, Jeremies, Lizarazu, Salihamidzic, Scholl, Tarnat, Elber y Paulo Sergio. Cambios: Santacruz por Salihamidzic, Wiesinger por Tarnat y Jancker por Elber.
ARBITRO: Anders Frisk (Suecia). Mostró tarjeta amarilla a Karanka, Michel Salgado y Roberto Carlos, del Real Madrid, y a Scholl, del Bayern Munich. Karanka y Michel Salgado no podrán jugar la vuelta en Múnich por sanción, al cumplir el ciclo de acumulación de amonestaciones.
GOLES:
Minuto 4, Anelka, 1-0.
Minuto 32, Jeremies en propia puerta, 2-0.
INCIDENCIAS:
Setenta mil espectadores acudieron al estadio Bernabéu. Césped en buenas condiciones a pesar de la lluvia que cayó en el transcurri de la primera mitad en la capital de España. El partido de vuelta se disputará el miércoles de la próxima semana en el estadio del conjunto alemán.

LUIS VILLAREJO
Nicolás Anelka conectó a las primeras de cambio con Raúl y el Real Madrid, con un soberbio partido, aplastó a un Bayern de Múnich que pudo llevarse algún gol más, en una noche de gran fútbol y que permite ya al Real Madrid tener licencia para soñar con estar en la final de la Copa de Europa el 24 de mayo en París.

Anelka se metió por fin en un partido serio. Como ya ocurrió en Montjuic, en la Liga, el francés tuvo a Raúl de surtidor. Para los inocentes que incluso antes del partido creían que no había química entre Anelka y Raúl, este encuentro les sacó ya de dudas. Raúl se hartó de enviar balones al hueco a Anelka, para que interpretase su fútbol: ruptura, desmarque y gol.

Una cosa es que Anelka no sea un tipo que despierte gran simpatía fuera del campo al personal. Pero en el césped, no hay enemigos. Todos quieren estar en la final de París. Y ahí el equipo es una piña. Todos luchan por un objetivo común. Para tocar la gloria, todo el mundo se da la mano. Anelka se entusiasmó tanto, que acostumbrados a verle caminar sin sangre, ayer incluso se atrevió a gesticular y protestar por ejemplo una decisión del árbitro asistente.

El Madrid estuvo serio. Es decir, jugo al estilo europeo. Con las pilas puestas desde el primer minuto, con agresividad, con dos centrales "Iván Campo y Karanka", apoyados por un tercero, Iván Helguera, que arropa esa zona de la defensa, y cuyo concurso le convierte a Helguera ya en un punto de referencia insustituible en el Madrid.

El Bayern nunca evidenció ser un equipo alemán. Ni por presencia ni por sacrificio. Este Bayern fue una caricatura si se compara con el que tumbó al Madrid hace dos meses en el Bernabéu. Sin Matthaus, pero sobre todo sin Effenberg, el Bayern se encuentra a años luz del feroz enemigo que siempre es para el Real Madrid. Vicente Del Bosque acertó con su apuesta arriesgada. Anelka y Morientes arriba y Raúl convertido, entre líneas, en un afluente que puso un punto de locura a Babbel, a Fink y Linke, despistados toda la noche.