Seles, que ya ganó en Roma en 1990, se adjudica un premio de
166.000 dólares y 260 puntos WTA, mientras que para Mauresmo serán
80.000 dólares y 182 puntos. Diez años después de su primera
aparición en el Torneo de Roma, cuando derrotó en la final a
Martina Navratilova por un doble 6-1, Monica Seles ha vuelto a
reinar en la Ciudad Eterna. Lo hizo, como entonces, dominando en
todo momento a su rival, imponiendo su ritmo y dejando patente su
gran clase. Era el primer enfrentamiento entre Seles y Mauresmo, al
que ambas llegaban tras ceder tan sólo un set en su caminar por el
torneo. Pero muy pronto se vio que era la norteamericana la que más
«hambre» de triunfo tenía y, además, contaba con el casi total
apoyo del público.
Monica Seles saltó muy concentrada a la pista, menos preocupada
por el fuerte viento y mucho más agresiva que una Mauresmo que
apareció fría y defensiva. Es el tercer título del 2000, pues ya
ganó en Oklahoma y Amelia Island, el 47 individual de una carrera
que vuelve a relanzarla al primer plano tenístico mundial.
Mauresmo, en su tercera aparición, logra su mejor resultado en Roma
en un año que la vio ganar en Sydney y perder la final de Bol .
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