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Roland Garros comienza hoy, aunque ya finalizó para las dos mallorquinas inscritas en la fase previa, y dará el pistoletazo de salida mañana para Carlos Moyá. El tenista mallorquín se verá las caras en primera ronda con el argentino Hernán Gumy, pero ayer ya llenó la pista central en el partido de exhibición que jugó y perdió ante el ídolo local, Cedric Pioline. 15.166 espectadores siguieron en directo, pese a las inclemencias meteorológicas, las evoluciones del campeón de la edición del 98, demostrando que Moyá tiene tirón al otro lado de los Pirineos.

Carlos llega a Roland Garros ilusionado en vistas a repetir el éxito de hace dos años. Como curiosidad, destacar que se aloja en el mismo hotel que entonces, en el que también se encuentran otros tenistas nacionales como Àlex Corretja y Arantxa Sánchez Vicario.

En el cuadro, Moyá no ha tenido suerte en el sorteo. Si llega a la final, demostrará que se halla en gran forma. Si la lógica se cumple, se enfrentará en segunda ronda a Albert Costa, planteando un dilema a su entrenador, Josep Perlas, que también tiene a sus órdenes al tenista de Lleida. Perlas ha comentado que si esta circunstancia se produce «mi intención es que entrenen juntos antes del partido, aunque si no están de acuerdo, tomaré una postura neutral durante el mismo». Ahí no acaba la aventura, ya que André Agassi, vigente campeón y verdugo de Moyá en París, puede cruzarse en su camino.

El jugador mallorquín se encuentra «muy animado y muy a gusto en París, que me trae muy buenos recuerdos. Cabe estar concentrado cara al torneo, y satisfecho, pues de momento la espalda no me molesta». Hoy realizará una doble sesión preparatoria para intentar recuperar el ritmo de partidos, pese a haber trabajado en Palma y Madrid.

Llagostera y Andrés cayeron en la previa
Nuria Llagostera y Rosa Andrés no pudieron hacer realidad su sueño, y cedieron en la fase previa del torneo femenino de Roland Garros. Se da la casualidad de que las jugadoras de Ca'n Simó fueron derrotadas por la austriaca Marion Maruska, que no tuvo piedad de las dos representantes insulares.
De esta forma, Carlos Moyá se convierte en el único representante del tenis mallorquín, quedando a la vez aplazado el objetivo de dos jóvenes tenistas cuyo paso por Roland Garros fue testimonial, pero que con seguridad sentará las bases de un nuevo asalto a la élite de la tierra batida.