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No está tan claro que el encuentro de esta noche sea un simple amistoso. No al menos para la ZDF, el canal que corre con la responsabilidad de que Alemania valore al detalle si su selección está haciendo o no progresos a las puertas de la Eurocopa. La televisión alemana ha cableado a conciencia el estadio de Son Moix para montar un dispositivo más acorde con un encuentro oficial que con un bolo de primavera. Diecinueve cámaras, dos trailers, varios camiones y autocaravanas y una unidad central forman parte del material empleado por un grupo de unas ochenta personas que viene trabajando desde hace tres jornadas en una espectacular puesta en escena diseñada para el lucimiento de la actual campeona de Europa, la vieja pero siempre estelar Alemania.

Lothar Mathaus (cinco mundiales a sus espaldas, aunque no jugará esta noche por lesión), Thomas Hassler (que regresa tras dos años de ausencia) Oliver Bierhoff (el autor de los dos goles que pulverizaron el sueño de la República Checa hace cuatro años en Inglaterra), Oliver Kahn (el portero que recomendó a Iker Casillas que bajara de la nube) son sólo algunos nombres de un grupo firmemente decidido a reencontrarse con su legendario pasado. Es el 'Gran Germano', instalado esta noche en Son Moix con el Real Mallorca como único invitado.

Podría tratarse de un buen broche a la irregular temporada del equipo bermellón de no ser por un importante detalle: Vázquez se sentará en el banquillo a regañadientes. Visiblemente dolido aún por las maneras que ha empleado el club para sacárselo de encima, el gallego apura las últimas horas de estancia en la Isla mirando al reloj y deseando que llegue el momento de hacer las maletas. Jugar contra Alemania habría sido una bonita experiencia en otras circunstancias pero hoy se trata de un simple trámite que le obliga a presentar en sociedad su condición de entrenador destituido. Vázquez, que se despidió ayer de sus jugadores en Son Bibiloni y volverá a hacerlo esta noche en un último encuentro en privado, no está para acontecimientos públicos. Ni siquiera en compañía de la campeona de Europa.