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EFE-MILÀN
El italiano Stefano Garzelli, del equipo Mercartone Uno, ya es historia del Giro, al conseguir la victoria absoluta de la 83 edición tras cumplir el trámite de la última etapa, entre Turín y Milán, que tuvo como ganador a su compatriota Mariano Piccoli.

Los últimos 189 kilómetros del Giro'2000 eran en línea, sin dificultades orográficas, fueron una especie de homenaje a los diferentes ganadores, especialmente al primero de la general, Stefano Garzelli.

Garzelli estuvo acompañado en el podio por sus compatriotas Francesco Casagrande y Gilberto Simoni, segundo y tercero respectivamente. La montaña, con polémica incluida, era para el italiano Francesco Casagrande; la regularidad para el ruso Dimitri Konischev y el apartado de equipos para el Mapei italiano.

La emoción de la última etapa la pudo haber puesto el italiano Gilberto Simoni, pero dejó claro en la salida que se conformaba con el tercer puesto en la general, que no iba a luchar por las bonificaciones para arrebatarle el subcampeonato a su compatriota Francesco Casagrande. La diferencia entre ambos era tan sólo de cinco segundos.

Dicho y hecho. Simoni respetaba el segundo puesto de Casagrande y daba por bueno repetir el tercer puesto que lograba el pasado año, tan sólo superado por sus compatriotas Iván Gotti, vencedor final y Paolo Savoldelli, segundo y que en esta edición han sido los grandes derrotados al quedar muy lejos del podio.

Mariano Piccoli, un buen rodador que tampoco va mal en la montaña, dio la sorpresa y se llevó el último esprint ante corredores teóricamente más rápidos que él, como son Calcaterra o Gualdi. El pelotón principal estuvo comandado por el ruso Dimitri Konischev y el español Martín Perdiguero. La victoria final de Garzelli ha sido clara y no una sorpresa, pues en esta ocasión el Giro se presentaba más incierto y abierto que nunca debido a la igualdad de los teóricos candidatos al podio final, entre los que se encontraba Garzelli, aunque otros contaban, por palmarés y experiencia, más que él.