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EFE - MONTECARLO
El alemán Michael Schumacher (Ferrari F1-2000) no pudo con la maldición que dura ya doce Grandes Premios según la cual quien parte en el primer puesto de la formación de salida no logra la victoria y el británico David Coulthard (McLaren MP4/15 Mercedes) se llevó el triunfo en Mónaco, tras los abandonos del alemán y del italiano Jarno Trulli (Jordan).

Marc Gené (Minardi M02 Fondmetal) se tuvo que retirar en la vigésima primera vuelta, por un problema en el cambio, y Pedro de la Rosa (Arrows A21 Supertec) ni siquiera pudo participar en la carrera al darse la segunda salida, tras haberse visto involucrado en un accidente en la primera que obligó al director a detener la prueba.

Hubo un primer intento de salida que resultó fallido al romper el austriaco Alexander Wurz el motor de su Benetton en el momento de situarse en su puesto de la formación de salida. Cuando por fin partieron los coches, De la Rosa fue tocado en la rueda trasera izquierda por Jenson Button (Williams FW22 BMW), a quien trataba de adelantar por el exterior de la curva del antiguo hotel Loew's, quedando atravesado en medio de la pista.

La segunda salida fue repetición de la primera y Michael Schumacher se situó por delante de Trulli, Coulthard, el alemán Heinz Harald Frentzen (Jordan EJ10 Mugen-Honda) y el finlandés Mika Hakkinen (Mclaren MP4/15 Mercedes).

En este Gran Premio no había ninguna posibilidad de sorpresa táctica, una parada y lo más tarde posible. Michael Schumacher se separaba de sus perseguidores al ritmo de un segundo y más por vuelta y sólo los abandonos iban a alterar las posiciones, porque los adelantamientos eran prácticamente imposibles.

Jarno Trulli fue el primero de los de cabeza en detenerse en boxes, vuelta 36 de las 78 de que constaba la carrera, para retirarse por un problema en la caja de cambios, lo que dejaba a Coulthard en segunda posición, pero a 36 segundos de Schumacher, líder indiscutible.

La ventaja de Schumacher era tal que le dio tiempo a repostar y cambiar neumáticos y volver en primera posición con once segundos de ventaja sobre Coulthard.

Sin embargo en la vuelta 55 se le rompía la suspensión trasera izquierda, tenía que dar lentamente la vuelta y cuando se detenía los mecánicos intentaron cambiar la pieza rota, pero no pudieron hacerlo lo suficientemente rápido, como para que Schumacher volviera a la pista con posibilidades de puntuar, por lo que se retiró.

Coulthard había heredado la primera posición y ningún incidente le privó de la victoria por delante del brasileño Barrichello, octavo en las primeras vueltas y al que los abandonos le habían permitido llegar hasta el segundo puesto. Tercero era el italiano Fisichella.