El nuevo entrenador del Real Mallorca deberá resolver en breve un
difícil dilema. Descartar a Germán Burgos o hacer lo propio con
Carlos Roa. Uno de los dos debe abandonar el Mallorca ya que, en
principio, la intención del club es tener a dos guardametas en el
primer equipo y lo que parece claro es que se cuenta con Leo
Franco, bien de titular o de suplente. Además el guardameta que
esta temporada ha sido titular no ocupa plaza de extranjero
circunstancia que no ocurre con sus dos compatriotas que no
disponen de pasaporte comunitario.
Aragonés es el que tendrá que valorar quien de los dos descarta
ya que el club otorga el pleno poder de decisión a su nuevo técnico
en este capítulo. Burgos se ha pasado casi el año en blanco,
primero por los once partidos de sanción tras el incidente con
Manolo Serrano y segundo porque una vez concluido el castigo,
Vázquez mantuvo bajo los palos a Franco. En el caso de «El Lechuga»
éste anunció al término de la pasada temporada su retirada del
fútbol activo y nueve meses después comunicó su vuelta al fútbol de
élite. Carlos ha estado inactivo durante la pasada campaña y
recientemente volvió a los entrenamientos realizando una dura
pretemporada en Mar del Plata. Luis seguramente querrá ver en
acción a Roa para tener todos los argumentos necesarios antes de
tomar la decisión definitiva.
Tanto uno como otro tienen pros y contras aunque en el seno de
la entidad rojilla se valora mucho la estabilidad del vestuario y
en la temporada recién finalizada, Burgos se ha quejado en
reiteradas ocasiones de su condición de suplente. El «Mono» ha
criticado a Fernando Vázquez durante esta última fase de la Liga y
esto no ha gustado al club. La calidad de un futbolista y otro está
fuera de toda duda y elegir entre uno y otro es el primer problema
que deberá resolver Aragonés en un corto periodo de tiempo.
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