Luis Aragonés junto a Damià Amer, que será su segundo en el equipo, en una imagen captada ayer en Son Moix. Foto: TOMÁS MONSERRAT.

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Luis Aragonés llegó ayer a Palma, firmó contrato por un año y se presentó en sociedad. Las primeras horas del «sabio» de Hortaleza en las Isla fueron intensas. El técnico mantuvo una reunión con el consejero delegado, Mateo Alemany, departió también con el secretario técnico, Pepe Bonet, y se situó frente a los periodistas para responder a una amplia batería de preguntas en torno a sus planes de futuro.

La expectación mediática en la sala de prensa de Son Moix era total y absoluta ya que la figura de un técnico del currículum y de la experiencia de Aragonés merecía un despliegue de medios como el que tuvo lugar ayer en el estadio de la Vía de Cintura. Alemany ejerció de maestro de ceremonias. El consejero manifestó una vez más que para el club es una satisfacción el poder contar con un hombre como Aragonés del que destacó su amplio currículum y su extraordinaria experiencia en Primera y prioritariamente en competiciones europeas. Aragonés se mostró humilde, respetuoso y sobretodo muy ilusionado. El de Hortaleza dejó claro que ya manda aunque también reconoció que los temas deportivos se consensuarán con el club.

El preparador fue preguntado también por el tema de los dos porteros, Roa y Burgos. El técnico confirmó que bien el «Lechuga» o bien el «Mono» tendrán que abandonar el equipo. Respecto a los objetivos de cara a la próxima temporada, Aragonés destacó que éste es intentar consolidar al equipo por encima de las diez primeras posiciones.