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JENARO LORENTE - TEGELEN
José Antonio Camacho, seleccionador español, volvió ayer a ocultar sus cartas al organizar otro entrenamiento a puerta cerrada, el último antes de que el equipo español viaje a Rotterdam para jugar contra Noruega, compromiso para el que podrá contar con Michel Salgado, una vez que la lesión del lateral parece haberse quedado en un susto.

Salgado, que sufrió un esguince de tobillo en el entrenamiento del viernes, pasó una buena noche y amaneció optimista. El esguince fue leve y el jugador se entrenó sin problemas, aunque sin tocar balón.

«Todo parece haberse quedado en susto. El tobillo se me abrió un poco, pero la lesión ha sido leve, aunque al principio muy dolorosa. Primero me llevé un gran susto, pero pasadas las primeras horas el dolor me remitió y me di cuenta de que no era nada importante. Si no hay ningún contratiempo, espero estar ante Noruega», dijo el lateral del Real Madrid.

La noticia de la recuperación del jugador ha supuesto un alivio parta el seleccionador, que preparó de nuevo un entrenamiento a puerta cerrada para ocultar la estrategia a la prensa noruega.

Camacho no se retracta de su decisión del viernes de no permitir la entrada a la prensa extranjera al entrenamiento y posteriormente a la sala de prensa, a pesar del «tirón de orejas» de la UEFA al presidente de la Federación Española de Fútbol, Àngel María Villar.

Villar, que se incorporó ayer a la concentración española, reconoció el error y se excusó públicamente por no haber permitido la entrada en la sala de conferencias a la prensa no española.