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3 REAL MALLORCA: Leva (1), Amate II (2), Julio (2), Campos (1), Camacho (2), Viale (1), José (3), Robles (3), Chando (1), Roberto (2) y Riera (2).
Cambios: Arnau (1) por Roberto, Floro (2) por Chando y Toni González (1) por Amate II.
0 ATHLETIC: Lope (3), Iraola (1), Gurtubay (1), Moyá (1), Yanguas (1), Bordas (2), Casas (2), Jonan (2), Solabarrieta (1), Arriaga (2) y Legarreta (1).
Cambios: Navarrete (1) por Yanguas, Butrón (1) por Solabarrieta y Valero (1) por Legarreta.
ÀRBITRO: Gálvez Obrero (0). Pésima actuación. (Colegio catalán). Amonestó con la cartulina amarilla a los locales Viale, José, Chando y Arnau y a los visitantes Moyá, Bordas, Solabarrieta, Legarreta y Valero.
GOLES:
Minuto 11, centro desde la izquierda de Roberto que remata de volea José, 1-0.
Minuto 48, Moyá toca el balón con la mano dentro del área y Robles ejecuta el penalti, 2-0.
Minuto 92, pase de Toni González que Sergio Floro remata de espectacular chilena, 3-0.
INCIDENCIAS: Más de 5.000 espectadores en las gradas del Lluís Sitjar.

XISCO CRUZ
El Mallorca ha querido prolongar su sueño y cambiar el guión de la historia del balompié de cantera en España. Lejos de encoger los hombros ante la llegada del fútbol base con más tradición y ejemplo del país, el equipo balear amontonó todas sus virtudes en un partido de traza ofensiva y marcado por el desparpajo y la calidad técnica. Los mallorquines encarrilaron la semifinal a golpe de caño, de carrera por la banda y remate, de defensa equilibrada y de centro del campo ligado a la sobriedad de Julián Robles y la chispa de Roberto (3-0).
El Mallorca pudo destrozar la estadística y sólo Lope evitó la tragedia del grupo de Valverde. El conjunto rojillo escribió desde el arranque un argumento basado en el juego por las alas de Riera y Amate y en la avalancha de centrocampistas y delanteros que entraban desde la segunda línea. A los once minutos Roberto se escoró a la izquierda, puso la rosca al servicio de los rematadores y José marcó de volea (1-0).
El peruano desquició al Athlétic desde la media punta y los rojiblancos sólo respiraron cuando Llompart los envió a la ducha. Junto a Robles, Viale y Riera formaron un diamante en el círculo central que aseguró siempre la posesión y el robo. Los vascos se sintieron incómodos al contragolpe y tras el descanso recibieron el segundo bofetón; Moyá tocó el balón con la mano en el interior del área y el colegiado señaló un penalti que obvió en la primera mitad. Robles ejecutó y abrió el choque (minuto 48).
El cuadro bilbaíno se estiró y José aprovechó para buscar huecos en su zaga. En el 83 lanzó una carrera espectacular que acabó en penalti, pero Robles no pudo con Lope.

Pero cuando el partido agonizaba, Toni González le puso a Sergio Floro la gloria en las botas. Su chilena acabó en la red y la grada se entregó al juego y la calidad del juvenil de Tomeu Llompart.