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EFE - AMSTERDAM La policía holandesa ha distribuido a todos sus agentes activos durante la Euro 2000 un pequeño libro de instrucciones para ser consultado en forma permanente y que incluye, por ejemplo, que hacer gestos obscenos se castiga con una multa de 320 dólares.

El libro, de color azul, contiene las multas por las distintas ofensas, que incluyen la de discriminación racial y gestos obscenos con las manos (320 dólares) hasta orinar en público y resistir el arresto (249 dólares).

En el manual se dedican varias páginas a cada uno de los países con traducciones de frases fáciles a los idiomas de los aficionados internacionales. En las de España, se da un listado de preguntas y órdenes en español, que incluyen, «le hago una advertencia», «debe usted alejarse», «será trasladado a la comisaría», «no está usted obligado a responder» y «se le llevará ante un funcionario de la justicia», entre otras.

La policía de Rotterdam, sede de la final del Euro 2000, ha lanzado un ingenioso método para mantener a los aficionados internacionales ocupados en otras actividades. Los grupos y sus desplazamientos son permanentemente escoltados por policías y son además observados desde el cielo por un zepelín, que mantiene conexión radial con la central de seguridad.

La central da órdenes a las «unidades de entretenimiento móvil», pequeños kioscos sobre ruedas que siguen a los aficionados por la ciudad de acuerdo a las informaciones de la tripulación del zepelín. Los kioscos llevan animadores y cantantes para mantener ocupados a los aficionados y evitar enfrentamientos violentos.

Por otra parte, los aficionados ingleses desempleados pueden perder las ayudas del Estado si causan incidentes violentos durante la Eurocopa. El ministro británico de Seguridad Social, Alistair Darling, dejó claro ayer que su cartera será muy dura con aquellos que causen problemas y terminen en una cárcel de Bélgica.