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Palma lloró la derrota de Alemania, la eliminación y el esperpéntico papel que ha realizado el combinado de Ribbeck en el Europeo de Bélgica y Holanda.

Las calles y establecimientos de s'Arenal y Can Pastilla se volvieron a abarrotar de seguidores germanos que querían seguir las evoluciones de Alemania ante Portugal, con la esperanza de que una carambola metiera a los bávaros en los cuartos de final. Sin embargo, sucedió todo lo contrario. Los suplentes lusos fueron capaces de fulminar a Alemania (3-0) y de paso dinamitar las escasas esperanzas de los aficionados que vieron el encuentro desde Mallorca.

A medida que avanzaban los minutos y que Alemania no marcaba, cundía la desesperación. Además, Inglaterra remontaba ante Rumanía y ponía pie y medio en cuartos. Los aficionados hacían cuentas hasta que la máquina de Portugal empezó a funcionar. El gol de Conceiçao antes del descanso puso la angustia entre los seguidores y el jugador del Lazio quebró la ilusión germana en el arranque de la segunda mitad. Abatidos, los alemanes que seguían el choque desde los bares de s'Arenal empezaban a cuestionar la veteranía de la selección y la calidad de Ribbeck.