Iñaki Oteiza22/06/00 0:00
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La pregunta sobre si la Universiada llegaría a celebrarse, que flotó en el aire entre 1991 y pocas semanas antes de julio de 1999, ha dado paso a otra cuestión de mucho más empaque: ¿Cuál es su coste real? Veinticuatro horas después de presentar un avance de cuentas en el pleno del Ajuntament, donde se cifraba la cuantía de los Juegos en más de quince mil millones, Fernando Giménez llevó ayer nuevos números ante el Patronato de la Fundación (el órgano en el que están representadas las cinco instituciones implicadas). El presidente de la comisión ejecutiva reiteró en varias ocasiones que los Juegos habían supuesto un desembolso de 13.073 millones, una conclusión que elimina de un plumazo los más de dos mil millones que aportó Cort en concepto de «inversiones adicionales».

La reunión de patronos celebrada ayer sirvió en realidad de muy poco. Los representantes de las instituciones apenas pusieron peros al discurso de Giménez "un calco del pronunciado el día anterior, pero sin sesión de diapositivas" ya que nadie conocía el extracto del balance final. La falta de tiempo que han tenido los miembros del Patronato para examinar las cuentas fue objeto de una queja por parte del representante del Consell Insular Fernando Trujillo (UM), que decidió abstenerse en la votación para aprobar el presupuesto del 2000 si bien agradeció contar con el avance contable de todos los Juegos: «Esperaba esta información como agua de mayo y al final me llega en junio», señaló.

La crítica de Trujillo y una intervención de Sedano exigiendo que le arreglasen de una vez la pista de atletismo de San Fernando fueron las únicas voces discordantes de un Patronato que no sirvió para nada. La intervención de Giménez suscitó muy poco interés. Desde luego, mucho menos que la suerte de la selección española en la Eurocopa. Sin datos y sin debate, la reunión de patronos quedó aplazada hasta el mes que viene, donde se llevará a cabo la votación de las cuentas si bien Giménez ya avanzó que la liquidación total durará todavía algunos meses antes de la disolución final de la Fundación Juegos Mundiales.