Pese a sufrir mucho en el primer encuentro ante Eslovenia, en el
que remontó un 3-0 adverso hasta empatar 3-3 en unos momentos en
que jugaba con diez jugadores, Yugoslavia encarriló posteriormente
su clasificación venciendo a Noruega (1-0) y luego estuvo venciendo
durante casi todo el partido a España, aunque acabó perdiendo. El
entrenador yugoslavo, Vujadin Boskov, en lugar de aceptar el papel
de víctima que se concede a Yugoslavia ante Holanda, ha defendido
las posibilidades de clasificación para semifinales que tienen sus
hombres y no se ha mordido la lengua al señalar que «Yugoslavia
tiene grandes figuras, incluso más que Holanda, y su única ventaja
es que juegan en casa, ante su público».
El factor campo a favor es, en efecto, el más determinante que
tiene una Holanda que llega a los cuartos de final también lanzada,
después de haber vencido los tres partidos que ha disputado en su
grupo y derrotado, sobre todo, a Francia, la vigente campeona del
mundo. No se debe olvidar, sin embargo, que pese a la fácil
clasificación que ha tenido Holanda, su primer partido ante la
República Checa lo ganó gracias a un penalti dudoso transformado a
un minuto para el final, después de que los checos tuvieran grandes
ocasiones para marcar, entre ellas dos postes. Y la última victoria
además de los holandeses se produjo contra una Francia plagada de
reservas, una vez garantizada su clasificación para los cuartos, y
que aún así estuvo dominando el partido por 0-1 y 1-2 durante
muchos minutos.
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