TW
0

La temporada 1967-68 del fútbol español de Primera División se recordará siempre por tres hitos: la muerte por intoxicación del defensa peruano del FC Barcelona, Benítez; la retirada del delantero húngaro del Real Madrid, Ferenc Puskas, y la hazaña absolutamente sin precedentes de un árbitro mallorquín llamado Antonio Rigo Sureda, que puede presumir legítimamente de haber hecho algo que nunca nadie volverá a repetir. El suyo es un récord insuperable.

Porque esta temporada 1967-68 Antonio Rigo arbitró uno detrás de otro, jornada a jornada, todos los partidos del campeonato de Liga (30). Arbitró sin perderse una todas las jornadas del torneo de Copa, además de la semifinal entre el Atlético de Madrid y Barcelona y la final en el Santiago Bernabéu entre el Real Madrid y el Barcelona. «Eso fue posible gracias a la suerte, porque no tuve ni lesiones ni enfermedades, y también porque en aquella época el sistema de designación arbitral consistía en que cada equipo antes de iniciarse la temporada presentaba una lista de tres árbitros de su preferencia. Luego se cotejaban las listas de los dos equipos que iban a enfrentarse y el árbitro mejor situado salía. Yo estaba conceptuado entre los tres primeros por todos los equipos, por lo que salía cada domingo», añade con modestia un Antonio Rigo que figura en la historia del arbitraje español como uno de los mejores árbitros junto con Pedro Escartín, Zariquiegui, Ortiz de Mendivil, Guruceta o García Aranda y, desde luego, como el número uno de los nacidos en Mallorca.

Los timbres de gloria de Rigo, lo que le hace único y hasta ahora inalcanzable en el arbitraje isleño es que ha sido árbitro en una final de Copa de España, y, además mundialista: en 1973 dirigió en Cardiff el País de Gales-Polonia (0-1) valedero para la fase previa del Mundial de Alemania 1974. «El partido que más me ilusionó arbitrar fue el Gales-Polonia para el Mundial 1974, pero a escala deportiva el más importante de los que he dirigido ha sido la final de Copa de España de 1968. El más importante y a la vez el más problemático por todas las circunstancias que rodearon el partido», dice.