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EFE - GLASGOW El púgil americano Mike Tyson no tuvo tiempo siquiera de calentarse, pues le bastaron 38 segundos para deshacerse de un rival que no llegó ni a lanzar un solo golpe antes de que Richard Steel, juez de la pelea, se viera obligado a interponerse entre los dos púgiles pese a que él mismo se fue a la lona al ser incapaz de frenar los ímpetus del «Terror del Garden».

La primera señal de lo que iba a pasar en el combate llegó en apenas 10 segundos, cuando un golpe de izquierda de Tyson envió a Savarese a la lona. Tras la cuenta de protección, el ex campeón del mundo se lanzó contra su rival, al que le cayó una auténtica lluvia de golpes que le dejaron prácticamente fuera de combate.

Ante la situación de clara inferioridad y para evitar más castigo a Savarese, el juez trató de interponerse entre los dos púgiles para detener el combate, algo que tan sólo consiguió cuando los entrenadores de los dos contendientes saltaron a cuadrilátero y lograron frenar a un Mike Tyson que no veía más allá de un rival que se obcecaba en mantenerse de pie para continuar la lucha.

En otra pelea de la misma velada que tuvo lugar en el Hampden Park de Glasgow, el estadounidense Zab Judah retuvo su título de campeón del mundo de los súper ligeros, versión Federación Internacional de Boxeo, ante británico Junior Witter por unanimidad.

El combate no tuvo mayor historia, ya que la superioridad del púgil estadounidense, que logró su título el pasado 13 de febrero ante el surafricano Jan Bergman, fue clara durante los 12 asaltos que duró la pelea.

Mike Tyson debía ganar en este combate de 9'6 a 12'8 millones de dólares, según la prensa británica, pero la suma podría ser bloqueada por la denuncia de un joyero de Londres, al que Tyson compró joyas por valor de 640.000 dolares en enero diciendo que Warren pagaría la factura de la compra. El promotor se negó a hacerlo.