No puede faltar el anecdotario de la grada. Es como un carnaval sin
el que el fútbol no sería lo mismo. Antes era cosa de las hinchadas
más exóticas, pero ahora, el hecho de dar colorido a la grada ha
dado la vuelta al mundo y forma parte de la decoración del
escenario futbolístico que supone una competición del nivel de una
Eurocopa de naciones. La organizada por Bélgica y Holanda ha
desatado la euforia en el país de los tulipanes, pero el resto de
hinchadas presentes también ha querido dejar su testimonio.
Para muestra, este compendio fotográfico de algunas de las
mejores imágenes que las aficiones nos han dejado, y que dejan
claro que este deporte es capaz de desatar las emociones y hacer
por unos días que el pudor se quede almacenado en el baúl de los
recuedos. Desde desnudos integrales, pasando por las medias tintas,
hasta el más curioso de los disfraces; la imaginación de los
seguidores no deja de sorprendernos. Ayer, el estadio De Kuip de
Rotterdam se convirtió en toda una fiesta. Francia e Italia querían
dejar claro cuál de las dos selecciones debía mandar la pauta.
Ganó Francia y lo hizo también el fútbol, pero la grada no se
quedó atrás y nos dejó un espectáculo que pudo en algunos momentos
hacer sombra al vivido sobre la hierba, y que no es más que una
evidencia más de que en la grada hay vida, que el fútbol es una
forma de vida y una fiesta "pese a algunos que por fortuna dejaron
hace tiempo la Eurocopa", que no entiende de colores ni fronteras.
La próxima cita, a finales del verano. El próximo escaparate, el
Mundial 2002.
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