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EFE - HELSINKI
La española Nina Jivanevskaia y el ruso Aleksandr Popov, con tres oros cada uno, se convirtieron en los reyes indiscutibles de los vigésimos quintos Campeonatos de Europa de natación, que concluyeron ayer en Helsinki, y que pasarán por ser los mejores de España en toda su historia.

España, con un bagaje de once medallas, ha brillado con luz propia en una competición en la que, hasta ahora, se había conformado con tres o cuatro metales. En la última jornada, Jivaneskaia rubricó su supremacía en las pruebas de espalda. A los triunfos obtenidos en días anteriores en 100 y 200, añadió un nuevo oro en los 50 metros, dejando constancia de una superioridad de la que ya había hecho gala en semifinales.

Mireia García, en la final de 200 mariposa, dio a España la última alegría del torneo. La nadadora barcelonesa, que en los Europeos'99, disputados en Estambul, ya había logrado acceder a la final, logró ayer subir al podio para recoger la medalla de bronce. Cuatro nuevos récords nacionales rubricaron la excelente presencia española en la capital finlandesa. Ana Belén Palomo, cuarta en la final de 50 metros libre, marcó un crono de 25.82, que rebajaba en 14 centésimas la plusmarca que ostentaba Blanca Cerón, desde el pasado año. Angels Bardina, en los 400 metros libre, rebajó la plusmarca nacional que ella misma ostentaba (4:15.96) hasta 4:15.15, crono que le sirvió para hacerse con el sexto puesto de la final. La nadadora del CN Hospitalet ya había mejorado el récord en las semifinales, con un tiempo de 4:15.26.