El Mallorca pierde su segundo partido de pretemporada ante el Múnich 1860

MIQUEL ALZAMORA
La tormeta de granizo que cayó sobre Reutte cuando se llevaban cumplidos 23 minutos de partido condicionó un tanto la primera mitad del encuentro que disputó ayer el Real Mallorca ante el Múnich 1860, segundo de preparación de la escuadra mallorquinista.

Aragonés alineó en los primeros 45 minutos a los futbolistas que jugaron la segunda parte frente al Hamburgo con la única novedad de Roa que, un año después de retirarse, volvió a situarse bajo los tres palos. Pese a las inclemencias meteorológicas, el equipo que jugó en la primera mitad logró poner en liza los principales conceptos que exige el de Hortaleza, la presión y las salidas a la contra. Hasta en dos ocasiones, Pablo Lago, ganó la espaldad a la zaga pero sus asistencias no finalizaron en gol.En defensa el equipo se mostró serio y organizado y Roa, casi al final del partido, demostró sus cualidades lanzándose a los pies de Max dentro del área y arrebatándole la pelota.

El Múnich no lograba superar a la zaga y, al margen de la acción de Max, en esta primera mitad sus llegadas fueron esporádicas y no crearon peligro. En la reanudación, Luis alineaó al equipo que jugó el primer tiempo ante el Hamburgo. A medida que transcurrían los minutos el Múnich se asentaba más sobre el terreno de juego y conseguía adelantarse en el marcador merced a un gol de Agostino marcado de cabeza. Los rojillos no lograban acomodarse y los alemanes volvieron a ser letatles por alto. Winkler volvió a adelantarse a la zaga y, de cabeza estableció el dos a cero. El Mallorca a partir de ahí consiguió reaccionar. Fruto de esta reacción un defensa cometió penalti sobre Carlos que se encargó de lanzar Biagini y establecer el dos a uno. Nadal tuvo otra oportunidad al lanzar un libre directo pero el portero detuvo el esférico. Al final hubo reacción y los rojillos mejoraron su imagen, aunque no había tiempo para conseguir igualar el marcador.