El Mallorca 2000/2001 se pone elegante.

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TOMEU TERRASA/IÑAKI OTEIZA Apenas un día después de que Diego Tristán escuchara su primera ovación en Riazor el Mallorca ya había empezado a mover parte de los dos mil cuatrocientos millones que ingresará por la venta del sevillano. Si el traspaso del delantero al Deportivo se fraguó tras una operación interminable, la compra del nigeriano Finidi George ha sido cuestión de horas.

El presidente del Real Betis Manuel Ruiz de Lopera anunció ayer el acuerdo total alcanzado por ambos clubes para cerrar un contrato que incluye otro nombre propio: Ariel Ibagaza. El media punta argentino se ha convertido en el recurso del Mallorca para abaratar la compra de Finidi, cuyo precio de mercado ronda los ochocientos millones de pesetas. Ibagaza, cuyos derechos federativos son compartidos por Mallorca y Lanús, aseguró al término del entrenamiento de ayer que desconocía su participación en el traspaso de Finidi y aprovechó su presencia ante los medios para reclamar un hueco en el equipo de Luis Aragonés. «No sé nada del Betis pero yo quiero quedarme en Mallorca y hacerme un hueco en el equipo», señaló.

Pese al acuerdo institucional que existe para cerrar el doble traspaso "Lopera no quiso aclarar si Ibagaza iba traspasado o cedido pero el Betis siempre incorpora jugadores en propiedad" la operación está supeditada a la decisión última de ambos futbolistas. Según un despacho de la agencia Europa Press, Lopera anunció a última hora de la tarde de ayer que se había entrevistado con Alejandro Camaño, agente de Ibagaza, en la sede social del club sevillano Jabugo y «ya casi está de acuerdo con nosotros».