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Ariel Ibagaza ha empezado a jugar un partido largo y extremadamente complicado aunque lejos de los terrenos de juego. Su lucha se centra en el inicio de los trámites burocráticos para obtener la doble nacionalidad que le permita militar en el Mallorca sin ocupar plaza de extranjero y convertirse en jugador comunitario.

Su compañero de equipo, Gustavo Lionel Siviero, ya consiguió la pasada temporada cumplir con este requisito pero el mediopunta tiene más dificultades que el defensa central. Ibagaza no tiene en su árbol genealógico ningún pariente que pertenezca a la Comunidad Económica Europea por lo que debe recurrir a otra fórmula legal. El suegro de Ariel es italiano y su esposa ya ha iniciado las gestiones oportunas para obtener también la nacionalidad de su padre. Una vez que esto sea efectivo, Ibagaza, se apoyará en que su mujer tiene el pasaporte italiano para conseguir el suyo. De esta forma el mediapunta no ocupará plaza de extranjero, circunstancia que hoy por hoy es un problema ya que en los equipos de Primera División sólo pueden alinear a tres extranjeros no comunitarios en el once titular.

El Mallorca tiene un alto número de jugadores foráneos sin pasaporte europeo. Stankovic, Roa, Burgos, Djokaj, Eto'o y, si finalmente ficha, Finidi George. Por este motivo el veloz «enganche» proveniente del Lanús dispondrá de un documento que en estos momentos se está convirtiendo en fundamental para cualquier futbolista no nacido en España y que tampoco es comunitario.