El futuro presidente del Real Mallorca, Antoni Calafat, observando el entrenamiento. FOTO: JOAN TORRES.

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Antonio Asensio se ha puesto manos a la obra y ya tiene perfilado el staf directivo del Real Mallorca SAD una vez que se confirme la marcha de Mateo Alemany al Real Madrid.

El máximo accionista del club quiere que el actual directivo mallorquinista, Antoni Calafat, sea el sucesor de Guillem Reynés en la presidencia y también ha decidido que, Carlos Rincón, un alto cargo de la empresa ISO "vinculada al propietario", ocupe la vacante que dejará Alemany cuando abandone el club rojillo, circunstancia que se producirá en los próximos días. Antoni Calafat no ha formado parte estos últimos años del consejo de administración pero sí ha sido un colaborador importante y que siempre ha estado a disposición del club cuando se han hecho necesarios sus servicios. El próximo presidente del Mallorca ha sido el hombre escogido, estas últimas temporadas, para representar al equipo en la práctica totalidad de los desplazamientos tanto en España como en Europa.

Asensio ha pensado en Calafat por varios motivos. Su condición de mallorquinista está fuera de toda duda y tiene una gran capacidad de relación con los directivos de otros clubes lo que hace que sea un elemento totalmente válido a la hora de encabezar la expedición en los numerosos viajes que hay previstos para la presente temporada. Su discrección es también un aspecto que Asensio ha tenido muy en cuenta a la hora de tomar la decisión.

Calafat entró en la directiva bermellona de la mano de Bartolomé Beltrán y siguió en su puesto después de los numerosos cambios que hubo cuando el anterior presidente abandonó el cargo y pasó a ocuparlo Reynés. Casado, con dos hijos, y jubilado tras una brillante etapa a nivel profesional en la empresa privada como delegado Uralita, estaría dispuesto a dedicar todo el tiempo que sea necesario a la institución. El futuro presidente está muy bien vinculado socialmente y es un gran amigo de Mateo Alemany.