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En el pelotón de mallorquines que acudirá a Sidney comienzan a registrarse escapadas. Antoni Tauler y Marga Fullana abandonaron ayer la Isla para afrontar el último tramo de una intensísima preparación enfocada a obtener la máxima renta posible en los próximos Juegos. Para ambos será su primera cita olímpica y ninguno de los dos quiere oir hablar de objetivos concretos. «No tengo experiencia en este tipo de acontecimientos; sólo sé que será durísimo», aseguraba ayer Toni Tauler, minutos antes de embarcarse en el vuelo que le llevaría a Valencia, donde los seleccionados de Toni Cerdá han instalado su última base antes de Australia.

El corredor de Santa Margalida valoró con respeto pero también con ilusión su regreso a la pista: «En parte es una dificultad añadida porque hace dos años que estoy completamente dedicado a correr en carretera pero cuando Toni Cerdà me dijo que existía la posibilidad de ir a Sidney en el equipo de pista no me lo pensé dos veces», afirmó Tauler, que definió el año 2000 como el más importante de su carrera: «Ha sido mi debut en el Tour, participaré en mi primera olimpiada y además a finales de año voy a casarme, así que será una temporada llena de acontecimientos».

La incertidumbre que representa Sidney para el corredor del Kelme era compartida ayer por su amiga Marga Fullana. Consciente de que acude a los Juegos a rendir cuentas por sus dos mundiales consecutivos, la ciclista de Sant Llorenç admitió que la presión que conlleva ser la número uno del mundo encarecerá todavía más la medalla. «Está claro que no es igual competir como una rival más que hacerlo después de haber ganado el mundial de Sierra Nevada pero eso es algo que debo asumir», señaló.