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Mestalla no es un estadio más en la carrera de Carlos Àngel Roa. El «Lechuga» se consagró en el campo valencianista al ser uno de los grandes protagonistas en la final de Copa que jugó el Mallorca frente al Barcelona. El guardameta detuvo tres penaltis, a Figo, Rivaldo y Celades y además marcó un gol. Pese a todo el Mallorca no pudo levantar el trofeo. El el recinto valenciano, Carlos dijo adiós al fútbol, se despidió de todos y se marchó a Buenos Aires. El fútbol español se quedaba sin el último «Zamora» pero tras algo más de un año, Roa rectificó y regresó a la Isla para seguir defendiendo los colores del Mallorca. Ahora el equipo que dirige Luis Aragonés vuelve a Mestalla y lo hace con Roa en el once titular.

Cada rincón del viejo estadio de la ciudad del Turia es un recuerdo para el portero de Santa Fe. «Es innegable que este campo me trae muchos recuerdos importantes. El más reciente fue el día en que dije adiós al fútbol, fue muy emocionante. Retengo todavía las imágenes de mis compañeros que vinieron a abrazarme cuando terminó el partido, me deseaban suerte. Había también mucha gente de Mallorca en las gradas y los periodistas me seguían en el césped. Entonces decidí cerrar una etapa que luego con posterioridad volví a abrir», manifestó Carlos.

La final de la Copa contra el Barcelona sigue viva en la retina de todos los aficionados del Mallorca. También Roa convive con este recuerdo. «Cuando a uno le preguntan siempre recuerda lo que significó ese partido para la Isla y para los futbolistas, eso es inevitable. Pero con el tiempo las cosas se van olvidando y sólo te acuerdas de ello cuando te preguntan. Es inolvidable el ambiente que había en el campo, nuestra afición, los penaltis, la rabia que tuvimos, las lágrimas que derramamos, la medalla, todo en sí fue y es inolvidable y todo ocurrió en el campo que jugaremos el sábado», comentó el portero.