José Antonio Camacho y sus internacionales van a lograr que se
llene el estadio Santiago Bernabéu para presenciar un España-Israel
que puede servir para reiniciar una nueva etapa de cariño hacia el
equipo nacional, que se quedó mustio tras la Eurocopa.
Vuelve la familia al fútbol. Los precios asequibles, entre 1.000
y 4.500 pesetas, devuelven el protagonismo a familias enteras que
pueden así acudir al campo. El ambiente en la previa en la
selección es bueno.Parece que los nubarrones del verano han pasado.
Pero para reafirmar este nuevo tono que apuntan los hombres de
Camacho en su concentración de Madrid necesitan un triunfo holgado,
espectacular, un punto de referencia que dé otra vez la misma
ilusión al público del año pasado.
Ayer por la mañana se habían vendido ya 60.000 entradas. El
aforo es de 75.000. Por lo tanto, el lleno está casi asegurado.
Esta obsesión por ver si la gente va o no va no debería ser
noticia. Es más, a muchos no les hace gracia. Y es que la última
experiencia con la selección en el amistoso contra Argentina en el
Vicente Calderón resultó brillante. Por eso, no se entiende el
debate. Todos el equipo tiene su aliciente. Iker, Hierro y Raúl
debutan en su casa con la camiseta de la selección absoluta. Los
nuevos como Baraja y Catanha esperan en el banquillo con ansia sus
primeros minutos. Urzáiz cumple 29 años hoy con su familia en la
grada y con ganas de celebrarlo con un gol ahora que anda fino en
el Athletic de Bilbao. Y Camacho por ejemplo, disputa su partido 25
como seleccionador absoluto.
Hoy en día y tal como está el fútbol, los entrenadores tienen
derecho a celebrar este tipo de efemérides. Los españoles se
ejercitaron por última vez ayer por la tarde en el estadio Vicente
Calderón. Raúl se recupera de su resfriado y de su golpe en el
tobillo. Posteriormente, a partir de las 19'30 horas se ejercitaron
en el estadio Vicente Calderón.
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