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Borrás del Barrio es la referencia en las urnas. El actual mandatario de la balear se ha convertido en la opción más tangible para dirigir el balompié de la Comunitat durante los próximos cuatro años y, de momento, es la única luz que hay entre los cuarenta asambleístas. No hay nuevas ideas, ni alternativas a Borrás y todo apunta a que el próximo día 17 de noviembre será reelegido como presidente de la Federación balear.

«Tengo la sensación y casi la certeza de que nadie se va a presentar», aseguraba ayer Borrás. Tan sólo falta conocer a los dos asambleístas del Comité Balear de Arbitros en Mallorca y el actual presidente explica que «tengo asegurado cerca del 100% del apoyo. No quiero precipitarme pero he contactado con casi todos los asambleístas y confían en mi nuevo proyecto».

El candidato Borrás desgrana algunos de los puntos básicos de su organigrama y aventura que «van a mejorar las infraestructuras deportivas y las relaciones con las instituciones. En los últimos años ha existido un gran entendimiento entre la Federación y los organismos públicos de las islas y eso ha redundado en un beneficio para el fútbol balear».

Uno de los temas que Borrás tiene subrayado en su libreto de sueños es el ascenso de un equipo balear a Segunda B cada temporada; «Hace poco estuve en una reunión en Valencia y existe un gran número de presidentes de territoriales que está dispuesto a que la actual estructura sea modificada, pero esto es algo que debe cambiar la asamblea de la RFEF. Nosotros vamos a luchar para que cada año ascienda un equipo de las islas y para que la categoría sea más atractiva. Tenemos el apoyo de otras federaciones importantes como la vasca y creo que hay que tener paciencia».