Héctor Cúper, un entrenador con residencia fijada en Valencia y
cuyo nombre se asocia con insistencia a la aristocracia del viejo
continente, ha entregado muchas cosas al Real Mallorca, pero otro
tipo con calado entre la hinchada puede relegar una parte de su
lustrosa hoja de servicios a un segundo plano. El grupo de Aragonés
se cruzará esta noche con la UD Las Palmas avalado por una
ascensión vertiginosa y con la opción de convertir en histórica una
serie ganadora que, entre otras cosas, confirmaría sus credenciales
europeas.
La marca de cuatro victorias consecutivas de la era Cúper,
forjada a partir de la jornada número treinta del curso 97/98
(Celta, 4-2, Oviedo, 0-1, Mérida, 1-0 y Zaragoza, 2-3), puede
quedar ubicada en un escalafón inferior si el Mallorca aumenta su
crédito en el Insular. El cuadro bermellón nunca ha ganado cinco
partidos consecutivos en Primera División y el desafio está
servido.
El rastro más reciente y el perfil de las dos escuadras parecen
proyectar un partido agradable. Sergio Kresic se ha desprendido del
manual que había utilizado durante casi toda su estancia en el
fútbol español y desde que llegó a la UD Las Palmas ha evitado
desnaturalizar a un fútbol con mucho toque y cierta vocación
ofensiva. El equipo isleño, en su retorno a la máxima categoría, ha
ofrecido excesivos contrastres y ha alternado actuaciones
memorables con partidos en los que su fragilidad defensiva le ha
abocado al precipicio, pero siempre ha sido fiel a su estilo.
Las ausencias de Pablo Lago, Sarasua, Ramón, Jonhson, Baiano,
Schurrer y Alvaro han propiciado que Las Palmas se haya apropiado
voluntariamente del papel de víctima.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.