El Real Mallorca lleva ya cinco días en la localidad tirolesa de
Kössen, lo que motiva que ya se hayan integrado definitivamente en
el régimen de concentración en el que están plenamente absorbidos.
Pese a que el trabajo es diariamente muy duro, pocos son los que
pierden el buen humor y ayer quedó bien demostrado durante el
entrenamiento matinal. Al tratarse de una sesión de disparos a
puerta quien más quien menos estaba pendiente de lo que hacía el
otro y de ahí las bromas cuando alguno fallaba un gol de los
llamados cantados.
Además de las risas y del buen humor existente durante la sesión
de trabajo, combinada con mucho esfuerzo y sudor, algunos jugadores
se dieron, como ocurriera el ano pasado, un dulce chapuzón en las
aguas frías del río que circula por la proximidades del hotel. Los
percusores de esta ano fueron Carlos Angel Roa y Vicente Engonga
que consiguieron arrastrar a un grupo nutrido de futbolistas
bermellones.
Un buen bano por las frías aguas del río deja totalmente
relajados a los futbolistas y seguramente esta no será la última
vez que la plantilla visite este lugar. Lo que queda claro un ano
más es que el companerismo y el buen ambiente están del todo
metidos en el vestuario mallorquinista. Este ha sido uno de los
secretos del éxito de este equipo durante los cuatro anos que lleva
en Primera División y no parece que esto vaya a cambiar en una
temporada que puede batir todas las marcas establecidas con el paso
a la Champions League.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.