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55 Rusia: (13+15+15+12) Evgueni Pashutin (5), Zakhar Pashutin (2), Panov (8), Kirilenko (7), Morgunov (6) -cinco inicial-, Baschminov (9), Chikalkin (12), Samolienko (-) y Kudelin (6).
62 España: (7+16+20+19) López (2), Angulo (9), Paraíso (5), Gasol (7), Alfonso Reyes (13) -cinco inicial-, Kornegay (5), Navarro (12), Garbajosa (4), Rodríguez (2) y Jiménez (3).
Àrbitros: Pitsilkas (GRE) y Belosevic (YUG). Excluyeron por personales a Zakhar Pashutin (m.35) y Panov (m.38).

Jorge Muñoz X TURQUÍA
España ha vuelto, dos años después de la plata continental de Francia 99, a ocupar un sitio entre las cuatro mejores selecciones de Europa y una plaza en el Mundial, y todo gracias a un tesón, a un esfuerzo y una fe que fueron capaces, a pesar del tormento, de reducir a Rusia a un uno de dieciséis en triples. El poderío físico de los rusos metió a España en un camino de espinas desde el salto inicial. La temida zona de los hombres de Stanislav Eremin tardó en aparecer sobre la cancha del Abdi Ipekci, pero incluso ante su defensa individual las complicaciones que la selección encontró para atacar fueron una tortura para los jugadores de la selección hasta el último segundo.

La versatilidad de los ex soviéticos, sobre todo de sus pivots, un híbrido entre poste y alero poco habitual en la ACB muy incómodo para las características de la línea interior española, hizo de cada carga un sufrimiento. Aunque España movió bien el balón, con fluidez y velocidad, tardo medio encuentro en desterrar ese último pase que casi siempre sobra, bien por temor a los tapones o por los excelentes movimientos de los rusos.

España, que erró sus seis primeros intentos, acabó el primer cuarto con solo siete puntos, pero dentro del partido, porque los rusos tampoco exhibieron su habitual puntería. En medio de la acción, Pau Gasol y Andrei Kirilenko firmaban tablas en su duelo particular y, entre pérdidas de balón y tiros malogrados de unos y otros, la defensa sostuvo entero al cuadro de Javier Imbroda hasta el descanso (28-23). Faltaban veinte minutos de incertidumbre. Alfonso Reyes empezó a poner la guinda a su infatigable derroche de energía con puntos debajo del aro, los aleros dejaron de pensarse cada tiro dos veces y la selección pasó a dominar el marcador, con márgenes de infarto, pero positivos (33-37 m.26). La batalla por las medallas y el pasaporte al Mundial seguían en el horizonte contra la machacona zona.

Todavía sucedía algo mejor: Gasol había entrado de lleno en situación y las faltas amenazaban a Serguei Panov y Alexander Baschminov, artífice de la inicial renta de los «zares», que tampoco renunciaban y gracias a un triple de último segundo a cargo de Igor Kudelin cerraron el tercer cuarto empatados (43-43). El corte final apretó los corazones de los protagonistas y de los espectadores. Rusia golpeó primero (53-49), pero España contestó con entereza. Canasta de Alfonso Reyes, un tiro libre de Gasol y dos mates de Lucio Angulo dieron la vuelta a la tortilla (53-58 a 1:20 para la bocina. Navarro, igual que ante Israel, remató el trabajo a falta de treinta segundos con una de sus célebres «bombas». 55-50 y medio minuto para sufrir. Mereció la pena.