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El ambiente del Palau parece ser, según palabras de Pedro Martínez, el mayor enemigo del Tenerife. Y es que al Drac Inca sólo le vale la victoria para encauzar el rumbo tras el patinazo en Santiago. A la espera de que se haga oficial el despido de Larry Richardson "quien ayer tuvo malos gestos para la prensa tras el entrenamiento", que esta noche (21 horas) se sentará en el banquillo del Palau a la espera de algún minuto que le sirva de despedida ante la que ha sido su parroquia, una de las mejores plantillas de la LEB pone a prueba a un Drac Inca herido, pero que cuenta en sus filas con un Sergi Grimau más que motivado.

Rencillas entre el alero catalán y Pedro Martínez provocaron el abandono de la disciplina del Tenerife en plena pretemporada de Sergi, ya recuperado del esguince que le dejó en casa el pasado fin de semana, y que ha mostrado publicamente el interés que tiene en jugar ante los que fueran sus compañeros y demostrarle muchas cosas al preparador del conjunto canario.

Con todos los efectivos a las órdenes de José Luis Oliete, el objetivo pasa por frenar a un conjunto diseñado con una única orden en su manual de vuelo: el ascenso. La nómina de viejos conocidos de Menorca Bàsquet es amplia, al margen del propio Pedro Martínez. Los Sabaté, Torres, Savane, y de forma especial, Patricio Reynés, han ayudado a redactar algunas de las páginas más dulces de la historia del baloncesto mahonés. La figura del base se echa en falta en Maó, pero el reto planteado desde Canarias ha resultado demasiado tentador.

El poder de Isma Torres, Savane y Lewis bajo los tableros, la exquisita dirección de Reynés, o el saber hacer de los Gaby Ruiz o Carlos Martínez, se debe tener muy en cuenta a la hora de valorar la posición en la clasificación "tercero" del Tenerife, que sigue la estela de Manresa y Ourense, habiendo conocido en tan sólo una oportunidad el sabor de la derrota.

Menorca visita A Coruña
Una victoria ante el colista de la categoría debe rescatar de las cavernas al Menorca Bàsquet de Quino Salvo. Sondeos parece un rival asequible, pero caer en A Coruña no es nada descabellado, y pondría contra las cuerdas al grupo mahonés. Los de Juan Díaz saldrán a por todas conscientes de que una derrota más les metería en una dinámica difícil de abandonar.