La IV entrega de la Semana Internacional de Masters enfila el tramo
más interesante. Son Ferriol abre las hostilidades con la primera
etapa de la Challenge-Vuelta a Mallorca. Tras una merecida jornada
de descanso, y siempre mirando hacia el cielo para ver si responde
la climatología, el pelotón afronta una primera jornada de llano,
para dar paso en día festivo a una cronoescalada llamada a provocar
más de una sorpresa.
La subida desde Llucmajor al Santuario de Gràcia aglutina en 2'2
kilómetros multitud de alicientes. Será el escenario que ponga a
prueba las fuerzas de los ciclistas, y que empiece a abrir hueco
ante la inminencia de la etapa reina. La longitud de la
cronoescalada es escasa, pero por contra, algunos de sus tramos se
caracterizan por pendientes infernales que se pueden atragantarse
con facilidad.
Por último, la etapa que unirá Alcúdia con la Ermita de la
Victòria presenta las tachuelas de mayor consideración. Será con el
Coll de sa Batalla como testigo cuando los ganadores salgan a la
luz, aunque no se debe desmerecer para nada la ascensión que
conduce hasta la línea de meta.
El que viene dispuesto a reeditar triunfo es el holandés Joop
Ribbers, ganador en el Trofeo Internacional Palmanova-Magaluf, y
defensor del título en Masters 50 y 60. Pero eso será con el
permiso de los corredores mallorquines. Los Fermín Andrés y
compañía, al igual que Toni Vives, Biel Palmer o Bernat Vicente, en
Masters 30, 40 y Ciclodeportistas, tiene mucho que decir sobre el
sillín, aunque si las inclemencias meteorológicas persisten,
holandeses, belgas y alemanes tienen un punto vital a su favor, al
estar más acostumbrados a competir en esas condiciones.
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