Veljko Paunovic junto a Carlos Domínguez.

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0 DÍTER ZAFRA: Riobo, Chechu, Becerra, Muiño, Romero, Abela, Macías, Martín, Israel, Honorio y Chaves.
Cambios: Carlos por Chaves, (min.53), Trino por Martín, (min.68) y Juanma por Checho, (min.71).
1 REAL MALLORCA: Miki, Fatih, Niño, Engonga, Díaz, Campano, Soler, Riera, Paunovic, Biagini y Carlos.
Cambios: Robles por Biagini, (min.61), Novo por Riera, (min.66) y Güiza por Carlos, (min.77).
Àrbitro: Evaristo Puentes Leira, colegio gallego. Tarjeta amarilla para Niño, Robles, Engonga y Macías
Goles:
0-1, minuto 4, Paunovic.
Incidencias: Estadio Nuevo de Zafra. 5.000 espectadores. A falta de 20 minutos para el inicio del partido se produjo un incendio en un transformador y los bomberos tuvieron que apagarlo. Como consecuencia de esto las torres de iluiminación se apagaron y tardaron casi media hora en volver a encenderse. El partido empezó con media hora de retraso.

Con mucho más sufrimiento del previsto y sin exhibir una mayor superioridad que el rival, el Mallorca ganó en Zafra y se clasificó para la próxima ronda eliminatoria de la Copa del Rey. El conjunto balear arrancó gustándose, imponiendo su calidad y de inmediato se vio que quería resolver pronto. De hecho a los cuatro minutos el serbio Veljko Paunovic adelantaba a los baleares en el marcador. Se aventuraba un encuentro fácil pero nada más lejos de la realidad.

El Díter Zafra empezó a despertar y, jugando con el marcador en contra, pareció sentirse bien y empezó a crear ocasiones de gol. Macías, en el centro del campo y por la derecha, era quien más peligro creaba y hasta en cinco ocasiones durante el primer tiempo consiguió meter balones en el área que no acertaron a rematar ni Honorio, ni Israel, ni Chaves. El Mallorca exhibía problemas en la zona de creación y también en defensa pese a que el cero a uno le era favorable.

Paco Soler trabajaba a destajo y, junto a Albert Riera, era uno de los futbolistas más entonados. También Paunovic tuvo un papel destacado pero el equipo poco a poco, y después de marcar, entró a protagonizar un partido gris que se fue volviendo oscuro a medida que pasaban los minutos. El Díter se crecía, el cero a uno era un marcador, como mínimo igualable, y los extremeños no cesaron en su empeño de llegar con opciones a la meta de Miki Garro.

Apoyados por su público y con una motivación superior a la del Mallorca, los hombres entrenados por José María Moreno creaban más y con mayor fluidez que la escuadra de Krauss. Así fue durante todo el partido. El Mallorca también tuvo opciones pero muy aisladas y sin llegar a machacar ante la meta de Riobo. La imagen dejada por el equipo de Krauss no fue buena pero tuvo la fortuna de marcar en el minuto cuatro. Después sufrió y sufrió mucho aunque sigue vivo en la Copa del Rey.