Luque fue derribado en esta jugada, el penalti lo trasformó Engonga. Foto: EFE.

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2 SEVILLA: Notario (H), Njegus (-), Prieto (HH), Javi Navarro (HH), David (HH), Gallardo (HH), Casquero (H), Podestá (H), Fredi (H) Moisés (HH) y Olivera (HHH).
Cambios: Luis Gil (H) por Njegus en el minuto 22; Antonio (-) por Moisés en el minuto 75 y Reyes (-) por Gallardo en el minuto 89.
2 MALLORCA: Miki(H), Olaizola (HH), Nadal (HH), Niño (H), Miquel Soler (HH)Novo (-), Engonga (-), Marcos (H), Campano (HH), Luque (H)y Eto'o (H).
Cambios: Paunovic (H) por Engonga en el minuto 32; Francisco Soler (H) por Campano en el minuto 68 y Cristian Díaz (-) por Àlvaro Novo en el minuto 71.
Àrbitro: Carmona Méndez (Colegio Extremeño). Amonestó a los locales Njegus (min.6) y Luis Gil (min.26), y a los visitantes Engonga (min.18), Olaizola (min.21), Niño (min.45) y Novo (min.67).
Goles:
0-1. Minuto 6, Campano, de falta directa.
1-1. Minuto 25, Gallardo traza un fuerte disparo desde la frontal del área grande y sorprende a Miki.
1-2. Minuto 29, Engonga, de penalti, cometido por Prieto sobre Àlvaro Novo.
2-2. Minuto 32, Olivera trasnforma una pena máxima cometida por Miquel Soler sobre el propio Olivera.
Incidencias: Estadio Sánchez Pizjuán. 30.000 espectadores para presenciar el Sevilla-Real Mallorca.

M.ALZAMORA/T.TERRASA
ENVIADOS ESPECIALES A SEVILLA
En Sevilla tampoco pudo ser. El Mallorca sigue jugando con fuego y ofreciendo un fútbol que le mantiene bajo sospecha. El grupo de Krauss, que se adelantó hasta dos veces en el marcador, tuvo que conformarse con un empate que no alivia demasiado su delicada situación. Esta vez se reencontró con el gol, pero no sirvió de casi nada. Se incidieron en los errores de casi siempre y la sensación que dejó el equipo fue muy pobre.

Al Mallorca le ocurrieron demasiadas cosas durante el primer tiempo. Algunas buenas y otras malas. A balón parado, el Mallorca dejó atrás la sequía goleadora que había exhibido en las jornadas anteriores "el equipo de Krauss se plantaba en el Pizjuan con una paupérrima productividad ofensiva" y logró ponerse por delante en el marcador hasta dos veces. Lo que ocurrió es que el Sevilla respondió con rapidez y las ventajas que administraron los baleares acabaron resultando anecdóticas. Primero fue Campano, años atrás jugador sevillista, quien adelantó a los baleares ejecutando una falta desde la frontal del área grande. Campano le pegó con fe y clase. El balón impactó en la madera y después se acomodó en la red. Era el minuto 6 de partido y Gallardo tardó veinte minutos en contestar. Su disparo desde la frontal del área grande fue un obús que sorprendió a Miki Garro y a la propia defensa del Mallorca. Poco antes, un error del propio Miki en el despeje estuvo a punto de provocar un disgusto tan absurdo como importante.

Pero el partido volvió a cambiar de manos en un abrir y cerrar de ojos. Prieto tumbó a Àlvaro Novo en el interior del área y Carmona Méndez no dudó un solo instante en castigar la acción. Engonga trasnformó la pena máxima (1-2). La acción no tardó en repetirse, aunque en la otra área. Miquel Soler empujó a Nico Olivera cuando se diponía a tomar el camino más corto hacia la portería de Miki y de esa jugada nació el penalti y el empate. Olivera se encargó de ejecutar el máximo castigo y firmar tablas.

Los problemas se acrecentaron en el minuto 34, cuando Engonga se lesionó y Krauss tuvo que tirar de Paunovic. A partir de ese instante, el Sevilla se hizo dueño del centro del campo e incluso se permitió la licencia de desaprovechar alguna ocasión para voltear el marcador. La más clara, a botas de un híperactivo Olivera.

El equipo de Caparrós abrió la segunda parte dispuesto a alterar el guión del partido y cobrar ventaja. Olivera y Gallardo fueron casi siempre sus principales argumentos. El atacante uruguayo fue una incordio constante para la cobertura bermellona, pero a sus intentos les faltó precisión y unas dosis de fortuna. El Mallorca vivía momentos de desconcierto absoluto. El Sevilla empezó a acumular opciones de gol con la misma rapidez que avanzaba el cronómetro y Krauss buscó soluciones moviendo el banquillo. Francisco Soler y Cristian Díaz fueron sus elecciones. El Mallorca se recompuso, pero nunca llegó con claridad a las inmediaciones de Notario.