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Miguel Vidal Dos futbolistas nacidos en Mallorca, y un tercero mallorquín de adopción, han vestido los colores albivioleta del Real Valladolid. Los nacidos en Mallorca son Antonio Morro Mora, que vino al mundo en Mancor del Valle el 13 de septiembre de 1927, y José Pardo Rumbo, nacido en Selva en 1951. El mallorquín de adopción es Lluís Mateu Bellet, nacido el 5 de octubre de 1917 en la pequeña localidad ilerdense de Castelldans y que desde 1957 está empadronado en Palma. De los tres, sólo Mateu y Morro jugaron en los dos equipos que se enfrentan esta tarde en el estadio Nuevo José Zorrilla, Valladolid y Mallorca, puesto que José Pardo, despues de una temporada en el Constancia cuando tenía dieciséis años, hizo casi toda su carrera en la Península, fundamentalmente en el Sabadell, Hércules de Alicante y Valladolid, militando estos equipos en Segunda División.

Lluís Mateu fue un nómada del fútbol. Estando en el Gerona conoció a Cristóbal Martí, que al fichar como entrenador del Mallorca recomendó su fichaje. Mateu vino al Mallorca en junio de 1944, jugó unos meses en el desaparecido campo de «Buenos Aires» y el 23 de septiembre de 1945 formó parte del once del Mallorca que inauguró oficialmente en el Luís Sitjar imponiéndose al Jerez por dos goles a cero. Este fue el histórico once bermellón: Ramallets; Tamayo, Mesquida; Satur Grech, Lluís Mateu, Castro; Pocoví, García Díaz, Sanz, Montalvo y Primo. Mateu se fue del Mallorca al Alcoyano, en Primera División, y de ahí al Valladolid. Luego Murcia, Montpellier (Francia) y colgó las botas con 40 años en el Constancia.

Antonio Morro fichó con 19 años por el Constancia, de donde pasó al Atlético Baleares y de ahí, en 1950, al Mallorca. Morro perteneció dos temporadas al Mallorca y conoció cinco presidentes al frente del club bermellón -Conde de Olocau, Andrés Homar, Juan de Vidal, Antonio Buades y José Tousaunque un sólo entrenador: Sàtur Grech. Siendo MOrro ariete del Mallorca llegaría elñ primer extranjero a la entidad, Mogoi, un húngaro que recorría el exilio jugando en un equipo de apátridas llamado «Hungaria». Antonio Morro fichó en 1952 por el Valladolid, al que perteneció tres temporadas, finalzadas las cuales se fue al Las Palmas. En 1957 colgó las botas.