TW
0

2 MALLORCAB: Alberto (-), Herrero (-), Candela (-), Campos (-), Julio (-), Buades (-), Robles (H), Juanlu (-), Güiza (H), Roberto (-) y Riera (-).
Cambios: Zarandona (-) por Herrero, Chando (-) por Juanlu y Toni González (-) por Roberto.
3 CEUTA: Raúl Iglesias (H), Amezaga (H), Guillermo (H), Gartzen (H), Alain (H), Krios (HH), Pedro Rios (HH), Marcelino (H), Johnatan (H) y Rubén (H).
Cambios: Berruezo (H) por Pedro Rios, Juan Ignacio (-) por Marcelino y Guri (-) por Robaina.
Àrbitro: Arca Vázquez. Mostró cartulina amarilla a Candela, Roberto, Guillermo, Alain y al entrenador mallorquinista Tomeu Llompart.
Goles:
0-1, minuto 12, Pedro Rios.
1-1, minuto 50, Güiza.
2-1, minuto 52, Robles.
2-2, minuto 55, Johnatan.
2-3, minuto 77, Marcelino.

Amador Pons
El Mallorca B va a necesitar un milagro para no descender a Tercera División. Ayer el grupo de Tomeu Llompart volvió a exhibir su decálogo de carencias y perdió ante el Ceuta. La grada ya no se acuerda de la última victoria del filial que celebró en el Lluis Sitjar y algunos sectores ya se hacen a la idea de jugar un derbi contra el Atlètic Balears.

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, pero Tomeu Llompart ayer tropezó tres veces. Fueron tres y la verdad es que pudieron haber sido muchas más. El entrenador del filial se empecinó en que el equipo jugara con la defensa adelantada y buscando el fuera de juego. Pero este sistema no funciona si el centro del campo no acompaña. El Ceuta marcó tres pero si sus delanteros hubieran estado algo más acertados el resultado hubiera sido de los que sacan los colores. Alemany respalda a Tomeu Llompart y algunos jugadores no dudan en brindarle sus goles, pero a estas alturas los ascensos del pasado no salvan al equipo del descenso.

El Mallorca B cambió el sistema pero sigue sin funcionar tácticamente. El filial demostró que también es superior técnicamente que el líder de la categoría, pero se mueve en la zona de descenso. El grupo de Llompart vive de los impulsos de sus jugadores. Una jugada personal de Güiza y una falta de Robles dieron vida al equipo bermellón, pero el sistema del fuera de juego les condenó a un nuevo fracaso. La grada parece resignarse al descenso y cuando marcó Marcelino se empezó a hablar de un futuro derbi con el Atlètic Balears.