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Acomodado en las alturas, el Lucentum Alicante se dejará ver otra vez por el Palau con un rostro amenazante. Llega un equipo de los buenos y en un momento especialmente delicado. Una primera radiografía así lo desvela. El Drac Inca asume el reto sacudido por las dudas que generó en Tenerife y el Alicante parece encontrarse en su mejor momento de la temporada, hecho que ha corroborado ganando la Copa Príncipe de Asturias y patentando también su mejor serie ganadora del curso.

Ahora mismo es una escuadra pujante y su baloncesto ha adquirido un nivel incluso superior al de Manresa y Ourense, los dos equipos que entran en todos los pronósticos de ascenso. El equipo de Julio Lamas también está diseñado para eso, para recuperar las credenciales ACB, pero había acumulado demasiadas jornadas exponiendo un discurso poco convincente. No obstante, superado el ecuador de la segunda vuelta de la fase regular, el Lucentum Alicante ofrece un excelente aspecto. Todavía no ha cubierto la baja de Mike Smith "maneja los nombres de los comunitarios Team Kennedy y Olivier Bourgain", pero su armamento está perfectamente engrasado.

Lamas parece haber conseguido lo que se había propuesto y ahora el talento de sus jugadores está al servicio del equipo. Prigioni, Baldo y Douglas parecen haber tenido mucho que ver en esta rehabilitación. El primero maneja los hilos con sobriedad; el argentino hace un poco de todo y Douglas es ahora mismo una referencia imprescindible. Rebotea, intimida y anota cerca o lejos del aro. Wilson sigue mostrándose como un jugador excesivamente irregular, pero el equipo ya no sufre tanto si su escolta titular no anota con claridad.

El Inca deberá estar pendiente de muchas cosas. José María Moreno, que durante los últimos días no había entrenado a consecuencia de una bronquitis, lo hizo ayer con normalidad y el jueves viajará a Mallorca con el resto del equipo. Esta mañana, el Alicante acudirá a la Diputación para entregar al presidente una réplica de la Copa conquistada en Ourense.