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Para un equipo que se ha pasado casi todo el tiempo fluctuando entre la zona muerta de la clasificación y las series de ascenso, cualquier salto de calidad reclama equilibrio. Es un asunto que el Drac Inca maneja sin excesiva credibilidad, pero que conviene resolver cuanto antes. El Palau parece haber asumido un papel clave. Si el grupo de Oliete ofrece su discurso más blando cada vez que abandona su centro de operaciones, arropado por su hinchada todo suele ser distinto. Las dos últimas referencias "Ulla Oil y Tenerife", ratifican este hecho, pero los antecedentes también delatan que el Drac Inca siempre ha desfallecido ante retos que exigían alterar cualquier guión preestablecido. Fuera o en casa.

Pero esta vez casi todo parece ser distinto. Es cierto que llega el Lucentum Alicante, un equipo instalado entre los mejores equipos de la Liga "tercero", de esos que el Inca nunca gana, pero el cuadro mallorquín también acostumbra a responder ante situaciones dramáticas. La humillante derrota de Tenerife también ha escocido de una forma especial en el seno de la entidad y el partido es visto por la plantilla como una ocasión idónea para reconciliarse con la grada. El Alicante se plantará en el Palau avalado por el título de campeón de Copa Príncipe de Asturias "superó al Manresa en semifinales y barrió al Tenerife en la final" y también por la solidez que ha adquirido su baloncesto.

Ahora mismo, el nivel de juego que está ofreciendo el conjunto de Julio César Lamas es perfectamente equiparable al de Manresa u Ourense y su candidatura al ascenso es una de las más pujantes. Priggioni, Douglas y Víctor Baldo se han convertido en tres de los principales argumentos sobre los que se apoya la recuperación que ha experimentado el juego del Alicante desde que se abrió la segunda parte de la fase regular. De hecho, el cuadro levantino se ha movido siempre entre los mejores de la competición, pero las dudas siempre le habían acompañado. Ganaba, pero sin generar un gran sentimiento de plenitud colectiva.

Ahora mismo el Lucentum Alicante es una escuadra que defiende bien y ataca bien. El club todavía no ha encontrado un sustituto para el veterano Mike Smith, un jugador que debía asumir un papel clave en el proyecto y que finalmente decidió retirarse, pero apenas se está notando. Con la temporada en curso, Lamas ha cambiado al experimentado Mario García por Javier Velázquez y ahora sólo necesita un tres para completar a una plantilla que puede jactarse de aglutinar mucho y de todo. Durante los últimos días, José Luis Oliete ha incidido en que «deberemos hacer las cosas muy bien para poder sacar este partido hacia adelante», aunque también ha dejado claro que «estoy convendido de que vamos a presentar batalla y sacaremos el partido adelante. Con el apoyo de nuestra afición hemos demostrado que podemos ganar a cualquiera».