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1 MALLORCA: Alberto (H), Roberto Herrero (H), Julio (H), Campos (H), Viale (H), Amate (H), Zarandona (H), Juanlu (H), Morgado (H), Tuni (H) y Toni González (H)
Cambios: Quique Romero (HH) por Amate, Roberto Merino (HH) por Juanlu y Reynés (H) por Morgado.
1 JEREZ: Tete (HH), Tian (H), Marco (H), Moi Olivera (H), Mario (H), Barrero (-), Ico (H), Izquierdo (H), Iván (HH), Alfonso (-) y Sergio (HH)
Cambios: Avalo (H) por Barrero, José Mari (-) por Alfonso y Alex (-) por Sergio.
Àrbitro:
García Molla (Colegio valenciano). Amonestó con la cartulina amarilla a los jugadores locales Campos, Zarandona y al preparador físico Toni Servera y a los visitantes Moll Olivera, Izquierdo y Sergio. Expulsó por doble amonestación a José Mari, jugador del Jerez de los Caballeros.
Incidencias:
Alrededor de 500 aficionados en las gradas del estadio Lluís Sitjar.
Goles:
0-1, minuto 5, Sergio remata de cabeza un saque de esquina, el balón golpea en el larguero y se introduce en la portería de Alberto.
1-1, minuto 60, Quique Romero ejecuta un golpe franco que supera a Tete y logra la igualada.
LO MEJOR: Roberto Merino
LO PEOR: La primera parte

Xisco Cruz
Definitivamente el filial tiene mala pinta. Sigue metido en la UVI, enchufado a la vida porque restan muchas jornadas, pero no porque su estado de salud mejore. Pierde oxígeno a medida que consume partidos y languidece porque sus constantes vitales empeoran. Ayer tampoco fue capaz de ganar al Jerez de los Caballeros, un rival que se quedó sin columna vertebral a poco del inicio y que pudo reventar el choque tras el 0-1. Tomeu Llompart cambió los linajes del ataque, pero tampoco encontró premio (1-1).

El Mallorca B no ha ganado ni un solo partido en toda la segunda vuelta y nadie se acuerda ya de cuándo venció por última vez en es Fortí. Se ha acostumbrado tanto a perder que parece sentirse cómodo en este territorio, que domina a la perfección. A los cinco minutos ya había recibido el primer gol y sólo la indolencia visitante evitó que el borrón fuera mayúsculo. Llompart dejó a Roberto y Quique Romero de inicio en el banquillo, pero tuvo que recurrir a ellos para cerrar la herida. El Jerez, uno de esos equipos de fútbol inocuo pero que circulan por la zona alta, golpeó en su primera llegada; Sergio acertó a rematar un saque de esquina e inclinó el encuentro. Su escorzó se clavó como un puñal en la maltrecha moral de los baleares, que acusaron el gol y bajaron los brazos.