Albert Luque sortea la entrada de Acuña en una secuencia del partido disputado en La Romareda. Foto: ALFAQUI.

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1 ZARAGOZA: Láinez (H); Komljenovic (H), Paco, César (H), Pablo (H); Juanele (H) José Ignacio (H), Acuña (H), Martín Vellisca (H); Drulic (H) y Milosevic (H)
Cambios: Jamelli (-) por Durlic y Chainho (-) por Juanele.
0 MALLORCA: Roa (H) ; Olaizola (H), Siviero (H), Nadal (H), Miquel Soler (H); Campano (H), Marcos (H), Engonga (H), Ibagaza (H); Losada (H) y Luque (H)
Cambios: Eto´o (-)por Campanao, Paunovic (-) por Ibagaza y Carlos (-) por Losada.
Àrbitro:
González Vázquez, del Comité Gallego. Expulsó con tarjeta roja (min.38) al preparador físico del Mallorca, Sanromán. Amonestó con tarjeta amarilla a los visitantes Ibagaza, Engonga y Carlos.
Gol: 0-1. Minuto 55, Acuña.
LO MEJOR: Nada
LO PEOR: La derrota

Miquel Alzamora
El Real Mallorca vuelve a estar muy cerca del infierno, demasiado cerca. Ayer perdió en Zaragoza y la victoria de La Real Sociedad le deja otra vez en posición de descenso directo.

El once de Kresic falló lo poco que consiguió crear y el Zaragoza, con más miedo en el cuerpo que el conjunto balear, sumó tres puntos de oro tal y como está la clasificación en la zona baja. El Mallorca llegó a botar ocho corners en el primer periodo pero faltó el acierto en la finalización. El Zaragoza también inquietaba pero lo hacía más por deméritos del Mallorca que por su propia capacidad creativa. La lectura del primer periodo aprueba el trabajo ofensivo de hombres como Luque o Campano pero desaprueba los desbarajustes defensivos que, por regla general, tuvo que resolver un Miquel Àngel Nadal inmenso y que ayer volvió a ser de lo mejor sobre el césped.

Llegadas hubo, aunque pocas con peligro real. Tal vez la más clara la protagonizó Juanele en el minuto 34 cuando recibió un balón de oro al interior del área y su zapatazo terminó con la pelota por encima de la grada de La Romareda. Los primeros diez minutos llegaron por momentos a ser intensos pero con el paso del tiempo la intensidad fue dando paso a la mediocridad. Ambos equipos necesitaban tanto la victoria que se agarrotaban con relativa facilidad.

Con empate a cero goles acabó el primer acto. La reanudación empezó por los mismos derroteros. Nadie quería realmente tomar la responsabilidad del juego. El partido se movía por impulsos y de cada vez parecía que todo se decidiría en una jugada a la contra. Kresic dio entrada a Samuel Etoo y nada más entrar el camerunés, Acuña recibe una pelota a cuatro metros de la frontal del área y su fuerte disparo no consigue detenerlo Roa, que de forma impotente vio como la pelota se incrustaba en su portería. Uno a cero y a sufrir.

Sobre el campo estaba el cuatridente mágico. Losada, Etoo, Luque e Ibagaza estaban en el césped y la esperanza por al menos igualar el choque se mantenía vigente. Pero poco duró este póker de ases ya que el técnico retiró al argentino y también a Losada.