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Efe - LINARES El gran maestro español Paco Vallejo hizo tablas, con blancas, con el indio Viswanathan Anand, tercero del mundo, y el ucraniano Ruslan Ponomariov derrotó al inglés Michael Adams, en partidas correspondientes a la novena ronda del XIX Torneo de Linares. Vallejo, más relajado que el domingo, empleó con Anand la apertura inglesa que fue jugada con lentitud y precauciones. En los 15 primeros movimientos sólo se habían cambiado una pieza. Los problemas del español con el tiempo se pusieron una vez más de manifiesto, consumía casi el doble que adversario.

Pero, después del cambio de damas, se llegó a una posición de tablas que fueron firmadas después de 21 movimientos y algo más de dos horas de juego. Forzar la posición hubiera sido el suicidio. Ponomariov sigue demostrando, día a día, que no ha ganado el mundial por suerte o por casualidad. Ayer destrozó a Adams, cuarto del mundo, y uno de los jugadores más duros de la elite. La partida entre el español Alexei Shirov, con blancas, fue la más apasionante de la jornada y la más divertida para espectadores y aficionados. Comenzó con una apertura española o de Ruy López que pronto derivó en una lucha feroz en el ala de dama. La cruenta batalla se saldó con ventaja de una pieza por dos peones de Shirov.

Pero era una ventaja engañosa. La infantería de Ivanchuk, con cuatro elementos pasados en el ala de dama era temible. La posición de los dos ejércitos no se puede explicar con palabras. El final fue tan sorpresivo como la partida. Ivanchuk, que estaba mejor y tenía muchas posibilidades de ganar, cometió un error garrafal al perder una torre limpia cuando le faltaban 3 segundos para el control de tiempo. El simpático y distraído Ivanchuk se echó las manos a la cabeza y abandonó después de 36 movimientos.