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El Espanyol puede alcanzar en Son Moix la marca que el Real Mallorca persigue con ansia: la permanencia. A Sergio Kresic se le multiplican las dudas a la hora de confeccionar un once de plenas garantías, pudiendo producirse una pequeña revolución si el técnico croata considera oportuno un cambio de aires en el vestuario. Ariel Ibagaza sigue siendo duda y sus problemas musculares no remiten, aunque se le realizará una última prueba en la sesión a puerta cerrada que el equipo realizará esta mañana en el escenario del encuentro. Roberto Losada y Veljko Paunovic son los candidatos mejor situados para ocupar una plaza tan codiciada como huérfana en el transcurso del curso más agónico para los rojillos.

El regreso de Vicente Engonga y Miquel Àngel Nadal son la única buena noticia para el croata, por cuya cabeza discurren interrogantes que pueden dejar fuera del teórico equipo titular a Carlos Roa y Javier Olaizola, en beneficio de Leo Franco y Javier Olaizola. La plantilla mallorquinista se ejercitó bajo la lluvia y a puerta cerrada en las instalaciones de la Ciudad Deportiva Antonio Asensio, y tras la sesión, Sergio Kresic presentó su catálogo de intenciones para recibir a los de Paco Flores. Son Moix es un lugar bastante propicio para los blanquiazules, que pueden acabar de trastocar los planes rojillos.

Para empezar su exposición, el técnico rojillo definió como «un paso importante» sumar los tres puntos ante el Espanyol en Son Moix (domingo, 17:45 horas). Kresic remarcó que de esta manera «recuperaríamos el hábito de sumar que adquirimos en las últimas jornadas. Pero para ello debemos tener más oportunidades que el rival y que él no las disponga. Eso se llama equilibrio». A la hora de valorar las versiones que tildan de conservadores sus sistemas, Kresic dió carpetazo al tema afirmando que «siempre planteamos los encuentros con la intención de ganar. Por la trayectoria que llevo, parece que los números me dan la razón, pero nosotros debemos pasar página y pensar en el Espanyol».

Otro de los aspectos que preocupa a la hora de encarar a un rival descartado ya para Europa y que tiene la salvación a tiro de piedra es el simple hecho de la falta de presión que puede padecer el Espanyol, «pero a estas alturas nadie regala nada. Si no te juegas una buena clasificación, siempre existe un orgullo y una profesionalidad que defender», destacó. Ante la trascendencia de la cita y el futuro que se avecina en el horizonte mallorquinista, el papel de la afición se antoja determinante mañana. La llamada hecha pública por la Federació de Penyes y el esfuerzo realizado desde la institución para calentar el ambiente bien merecen una respuesta masiva, y Sergio Kresic se hace eco pidiendo que «todos estén calientes en el campo».