El partido de final de curso es en Huelva. A unos pocos kilómetros
de Portugal y en un escenario históricamente adverso, el Drac Inca
finiquitará su temporada más breve. Alejado de las series de
ascenso y liberado también de cualquier problema relativo a la
permanencia, el grupo de Oliete ha alcanzado la última estación de
la fase regular para disputar un partido que no deja de ser un
elegante trámite. Gane o pierda, su situación en la tabla no admite
ningún tipo de fluctuación. Ahí se va a quedar, por eso Oliete no
ha tenido más remedio que apelar a la profesionalidad de una
plantilla que lleva demasiado tiempo moviéndose sobre arenas
movedizas.
Pero la competición dictó sentencia hace siete días y el partido
de esta noche es una ocasión única para ver cómo se comporta este
equipo sin presión y sabedor de que lo único que hay en juego es la
posibilidad de mejorar el balance de su cuenta corriente lejos del
Palau. Curiosamente, el Inca topará con un rival al que el partido
ni le va ni le viene. Eso sí, tiene garantizada la sexta posición y
su presente está en los play-offs. Extraordinaria la progresión que
ha experimentado el conjunto de Andreu Casadevall "un entrenador
que agrada en Inca" en la Liga. Arrancó dubitativo, acumuló más
problemas extradeportivos que nadie, pero ha acabado afianzado
entre los mejores equipos del grupo.
La solidez de sus hombres interiores (Óscar Rodríguez, Eric
Cuthrell y Steve Horton) y el mejor Àlex Burgos que recuerda la LEB
han tenido mucho que ver en la rehabilitación del cuadro andaluz.
Su rival en el pulso por el ascenso será el Alicante, el equipo que
Casadevall condujo hasta la ACB hace un par de temporadas. La falta
de presión puede favorecer el juego. El Inca nunca ha ganado en
Huelva y el futuro de la SAD andaluza es un misterio. Su
continuidad en la Liga LEB parece garantizada, aunque con un
presupuesto mínimo y aspiraciones acordes con lo que marca la
economía.
La peña de las Bèsties Negres tiene previsto festejar la
continuidad del Inca en la segunda categoría del baloncesto
nacional en el monasterio de Lluc. Para el domingo, este grupo de
aficionados tiene previsto subir andando hasta Lluc y después
celebrar una torrada. A las 7.30 horas, aficionados y miembros de
la plantilla y cuerpo técnico emprenderán el camino desde la
entrada de Caimari, mientras que para las 14.00 horas se celebrará
una comida multitudinaria.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.