Sergio Kresic fue destituido ayer como entrenador del Real Mallorca
y su lugar, a partir de hoy, lo ocupará Tomeu Llompart técnico
hasta ayer del conjunto filial. El presidente del club, Mateo
Alemany, oficializó ayer una noticia que durante todo el día había
circulado con fuerza por todas y cada un de las redacciones de los
medios de comunicación. Como suele ocurrir en estos casos el último
en enterarse fue el entrenador que, a las 20:40 minutos accedía al
despacho del presidente para conocer la noticia de su fulminante
despido. Alemany reconoció que el entrenador tuvo una reacción de
«sorpresa» al escuchar que la decisión tomada era la de rescindirle
el contrato.
La historia de los hechos es la habitual en estos casos. Al
mediodía el rumor invade las redacciones, a primera hora de la
tarde las emisoras de radio ofrecen los primeros detalles de lo que
seguramente ocurrirá por la tarde y al ponerse el sol, el rumor da
paso a la noticia pura y dura. Eran las seis de la tarde cuando el
parking de Son Moix recibía las primeras unidades móviles, apenas
hora y media después cerca de medio centenar de informadores
estaban pegados a los teléfonos móviles sirviendo los primeros
datos a sus respectivas redacciones. El rumor se confirmaba por
completo, Kresic era despedido. Poco después de las 20:30 horas
llegaba el entrenador croata, antes lo había hecho el
vicepresidente Vicenç Rotger.
Apenas 45 minutos después Sergio abandonaba el estadio y el jefe
de prensa del club, Joan Frontera, invitaba a los periodistas a
acceder a la sala de prensa. Fue entonces cuando un Mateo Alemany
con cara de circunstancias explicó los motivos por los cuales había
tomado esta situación. El presidente explicó que «reflexioné
durante toda la noche y durante todo el día y escuché varias
opiniones de gente cercana a mí. Al final llegué a la conclusión de
que debía tomar la decisión de destituir al entrenador», comentó
Alemany.
El presidente exhibía un semblante de tristeza. «Me ha costado
tomar esta medida. El comportamiento de Sergio ha sido perfecto
pero he de cumplir con mi responsabilidad y debo buscar lo mejor
para este club y ante la premura de tiempo la mejor alternativa es
el cambio de entrenador», subrayó el presidente. Alemany expresó su
deseo de que los futbolistas renueven la «convicción» y que se
recuperen «anímicamente». Por último Alemany dijo también que esta
decisión viene tomada ya que el equipo había entrado «en una
dinámica de irregularidad y es necesario buscar el mejor nivel con
un cambio de dirección técnica», señaló el responsable del club
rojillo. Ahora son Tomeu Llompart y Pepe Bonet los que tienen la
responsabilidad de sacar adelante una grave situación pero que
todavía es reversible.
Un hombre de la casa que llevó al Real Mallorca a
Primera División
Tomeu Llompart vuelve a asumir un reto muy importante en su carrera
profesional. Si hace cinco temporadas fue el escogido por la
entidad para conseguir ascender al equipo a Primera División, ahora
también es el elegido para intentar sacar adelante al Real Mallorca
de esta grave situación que le tiene abocado al descenso de
categoría a falta de dos partidos, el del domingo en el Bernabéu y
la última jornada contra el Valladolid. El 21 de abril de 1997 eran
destituidos Víctor Muñoz y Àngel Alonso, mientras que Tomeu
Llompart, Pepe Bonet y Pau Albertí se hacían con las riendas de un
equipo que había entrado en una dinámica perdedora. Entonces se
consiguió el anhelado ascenso ante el Rayo y ahora los mismos
protagonistas, a excepción de Pau Albertí, incomprensiblemente
invitado a dejar el club meses atrás, toman de nuevo el mando.
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