Samuel Etoo tiene coartada. El futbolista camerunés del Real
Mallorca aseguró ayer que él no agredió a su supuesto ex
representante y apoyó esta tesis declarando que el pasado martes,
día en que se produjeron los supuestos hechos, él no vio a Daniel
Angibeaud ya que tuvo una tarde muy ocupada. «Estuve con el doctor,
después en la peluquería para ir posteriormente hasta Son Vida y
ver una casa con Matías Bonet. Llegué a mi domicilio a las ocho.
Tengo testigos que pueden ratificar todo esto», explicó Etoo.
El futbolista compareció ayer en la sala de prensa de Son Moix
donde se habló muy poco de fútbol y mucho de jueces, pruebas,
testigos, zapatos y dinero. La denuncia presentada por Angibeaud,
defendido por el letrado José María Sintes, señala que Etoo y otras
cuatro personas le agredieron "concretamente, el jugador «rojillo»
le habría dado un cabezazo en la boca" y que le quitaron los
zapatos. Etoo no limitó sólo su comparecencia a intentar
salvaguardar su honor, sino que también se mostró amenazante ante
algunos informadores. «Lo que tenga que decir en esta historia lo
diré delante de un juez, si hace falta, y lo que os digo es que id
con mucho cuidado con lo que vais a escribir o enseñar. Es un tema
jurídico y no perdonaré a ningún medio que se pase ya que muchos se
han pasado. Es lo único que puedo decir. Los que me quieren hacer
daño nunca lo conseguirán», manifestó el delantero.
El futbolista niega los hechos que se le imputan desde la parte
denunciante pero sí reconoció haber mantenido una relación con el
representante camerunés del que dijo desconocer si es agente FIFA.
«A ese señor le vi en Camerún y ahí no le hice nada y ahora, ¿voy a
hacerlo aquí?. La vida es como es, yo le ayudé en un momento dado y
ahora he parado, le di mucho dinero por ser un buen amigo mio»,
comentó. La historia en la que está envuelto el jugador es de
auténtico culebrón. Resulta que, según la versión de Etoo, Daniel
entró en su casa, accedió a una habitación y le robó un contrato,
circunstancia que Samuel denunció y que aumenta las incógnitas y el
misterio de todo lo que rodea a esta historia.
Uno de los detalles que más llamó la atención de esta escabrosa
historia fue el hecho de que al agente le quitaran los zapatos en
una especie de rito africano por el cual, si a una persona le
quitan los zapatos, quiere decir que está amenazada de muerte. Etoo
se tomó esta cuestión a broma aunque aprovechó para lanzar una
nueva amenaza. «Ten cuidado que te voy a quitar los zapatos y
también a algunos más», espetó el camerunés. Otras manifestaciones
en tono amenazante como «ya diré lo que tengo que decir a quien
corresponda cuando termine la temporada» completaron el recital de
Etoo ayer en Son Bibiloni. «En el juicio me defenderé y traeré
pruebas», comentó.
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