La historia no se repitió por segunda vez porque el base reserva
Lucious Harris anotó dos tiros libres a falta de 6'6 segundos para
la conclusión del tiempo reglamentario y los Nets de New Jersey
vencieron 94-92 a los Celtics de Boston en el cuarto partido de las
finales de la Federación Este. Los dos puntos de Harris rompieron
un empate a 92-92 que se daba en el marcador y permitió a los Nets,
con el consentimiento de la estrella de los Celtics, Paul Pierce,
que falló dos tiros de personal con 1'1 segundos, lograr una
victoria de oro, que sirvió para empatar a 2-2 la serie que
disputan al mejor de siete partidos.
Pierce que, con 17 segundos, había logrado dos tiros libres y,
con ello, empatar el marcador a 92-92, la primera vez que su equipo
lo conseguía desde el inicio del partido, al final no pudo hacer el
milagro con el primer fallo, el cuarto de 14 intentos para también
tirar fuerte el segundo con la intención de tener opciones en el
rebote. Lo hizo el pívot Tony Battie pero su tiro rebotó en el aro
y ya no hubo tiempo para más con la victoria asegurada para el
equipo de Nueva Jersey, que además fue el primero que logró ganar a
los Celtics en el Fleet Center en lo que va de la fase final
después de haber logrado una marca de seis triunfos
consecutivos.
Los Nets no sólo habían empatado a 2-2 la serie y recuperado la
ventaja de campo, sino que además superaron mentalmente el
histórico «colapso» que sufrieron en el tercer partido cuando
cayeron después de haber comenzado el cuarto periodo con una
ventaja de 21 puntos para al final ceder la victoria a los Celtics
(94-90). «Esta vez demostramos desde el comienzo del partido que
somos un equipo con carácter y a pesar de lo que nos sucedió en el
tercer partido siempre estuvimos dispuestos a la lucha y lograr el
objetivo de la victoria que necesitábamos», declaró el base
estrella Jason Kidd. «Nuestra motivación fue la de no permitir que
nos volviese a ocurrir algo similar».
Esta vez los Nets no sólo tuvieron a Kidd como su jugador más
completo, que aportó 19 puntos con 6 de 15 tiros de campo,
incluidos dos triples en cinco intentos, y 5 de 5 desde la línea de
personal; nueve asistencias y nueve rebotes, sino que también
surgieron en los momentos decisivos el escolta Kerry Kittles y el
alero Keit Van Horn. Kittles, con 22 puntos, incluidos 4 de 7
triples, su mejor marca como profesional, lideró el ataque de los
Nets, que también tuvieron el apoyo de Van Horn con 21 tantos, 10
rebotes y tres asistencias. Pero si hubo un jugador factor en el
campo fue sin lugar a dudas el reserva Harris, que siempre anotó
los puntos en los momentos decisivos para aportar 12, incluidos los
dos de la victoria de oro.
Los Nets, al menos en esta ocasión, no desaprovecharon la mejor
oportunidad que tuvieron para conseguir la victoria, aunque de
nuevo dejaron que los Celtics en el tercero y cuarto periodo les
arrebatasen una ventaja de 15 puntos. «Todo el equipo realizó un
gran trabajo no sólo de esfuerzo físico en el campo sino lo más
importante, en el apartado mental, que era el más difícil de
superar después de lo que nos sucedió el pasado sábado», declaró el
entrenador de los Nets, Byron Scott. «Las pérdidas de balón
volvieron a ser nuestro mayor enemigo». Los Celtics, que remontaron
una desventaja de 15 puntos que llegaron a tener en el tercer
periodo, al final confirmaron que están muy lejos de los equipos
que ganaron 16 títulos de liga. Pierce volvió a ser su máximo
encestador con 31 puntos, capturó nueve rebotes y dio cuatro
asistencias, pero falló el tiro más importante del partido.
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