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Alfonso Gil - YOKOHAMA
La selección japonesa de fútbol espera el inicio del Mundial en el grupo H, que no se producirá hasta el martes para que los aficionados japoneses se incorporen a la fiesta mundialista, mientras que Rusia, el favorito del grupo, mantiene la duda de si podrá contar con Alexander Mostovoi. El ambiente mundialista no está tan vivo en Japón como en Corea, pero la selección japonesa quiere que la condición de local influya en la competición.

En la actualidad, el principal problema de su técnico, el francés Philippe Troussier, gira en torno al estado físico del centrocampista Shinji Ono, que ha sufrido unas dolencias de carácter gástrico, que, aunque según fuentes de la Federación Japonesa, no parecen graves, tampoco le permiten trabajar con normalidad. Al margen de este problema, el resto de los integrantes del equipo japonés trabajan con normalidad para enfrentarse el martes a Bélgica en Saitama. Con todo, la selección más potente del grupo, Rusia, está inmersa en la preparación del encuentro que le medirá con Túnez el miércoles en Kobe.

La principal preocupación del seleccionador nacional ruso, Oleg Romantzev, se centra en el estado físico del centrocampista Alexander Mostovoi, que podría incluso perderse el partido ante los tunecinos, tras no haber jugado el último amistoso de Rusia ante el Shimizu.Pulse. Tan sólo el tiempo que queda, cuatro días para el encuentro, le puede permitir la recuperación para iniciar el Mundial con su selección.