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Efe SEÚL
El centrocampista francés Zinedine Zidane se reencontró ayer con el balón, cada vez más recuperado de la lesión que le aqueja, mientras Uruguay, el próximo rival del campeón mundial ensayó un nuevo esquema táctico para el partido de vida o muerte que ambos disputarán el próximo jueves en Busan.

Zidane, cuya ausencia ante Senegal aún es llorada por los aficionados franceses, se ha recuperado más rápido de lo esperado de su lesión, pero su participación contra Uruguay es todavía duda, según los responsables del equipo galo. Francia y Uruguay perdieron en la primera jornada del Grupo A mundialista, los «Bleus» por 0-1 ante el debutante Senegal y los charrúas por 1-2 frente a Dinamarca, por lo que su partido del jueves será una lucha por la supervivencia.

Mientras en Seúl Francia se entrenó ayer a puerta cerrada, en una disposición que excluye a Zidane, a 100 kilómetros de la capital surcoreana, en las afueras de Cheonan, el entrenador uruguayo ensayaba modificaciones tácticas y de hombres para el duelo.

En la tienda francesa, Lemerre parece haber descartado a Youri Djorkaeff en la plaza de Zidane, tras su baja actuación ante Senegal y las opciones parecen inclinarse hacia Johan Micaud o, en un esquema más defensivo, hacia Christophe Dugarry.

En el campo uruguayo, Púa sacrificó al lateral derecho Gustavo Méndez y al centrocampista Gianni Guigou y los sustituyó en el once titular por Marcelo Romero y Alejandro Lembo,, junto con modificar el 4-4-2 empleado frente a Dinamarca por un 3-4-1-2.