El seleccionador nacional de balonmano, César Argilés, nacido en
Mallorca y afincado en Valencia, se encuentra en Eivissa desde el
pasado sábado, encabezando una selección que juega mañana (18'30
horas, Blanca Dona) el segundo partido de la eliminatoria de
clasificación para el mundial 2003 que se jugará en Portugal. El
técnico, que recuerda su infancia en la calle Camilo José cela o
también conocida como calle del Bosque, valoró la situación actual
de la selección y su proyección futura.
En relación a la ausencia de una medalla de oro en el palmarés
de la selección nacional, afirmó que «la escala de medición del oro
o nada es una escala mediática, no deportiva». El seleccionador se
mostró cauto a la hora de valorar las posibilidades de España en un
mundial cuando aún hay que ganárse la presencia en el citado
evento.
Según Argilés, el deportista «internamente, no está tan atento a
los resultados», aunque un equipo está siempre atado a una
«coreografía» determinada en la que aparece el oro y «ganar siempre
es bonito y a todos nos gusta, claro».
El partido de Blanca Dona es definitivo: el ganador acudirá al
mundial. El combinado nacional de balonmano ha llegado a Eivissa
con la victoria muy reciente. La selección teniendo una
eliminatoria resuelta, sufrió en la segunda parte ante Austria.
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