Paco Olmos consuma un sueño de baloncesto

Olmos (Valencia, 1970) llegó al club valenciano en el año 1993 de la mano de Isma Cantó, hoy entrenador del Gandía, y en su primera temporada en el club valenciano fue segundo entrenador de Cantó cuando este dirigía al equipo júnior. Su carrera dentro del club valenciano dio un giro importante en la temporada 1994/95, cuando, con 23 años, fue segundo entrenador del primer equipo que entonces dirigía Manu Moreno. Las circunstancias no le acompañaron, Moreno fue destituido y el estadounidense Herb Brown tampoco pudo evitar el desastre.

El 23 de abril de 1995 el Pamesa certificó en Huesca su descenso a la Liga EBA. En el día más negro de la historia del club valenciano se inició también una nueva etapa en la que Paco Olmos tuvo un menor protagonismo, una situación que derivó en su salida del club valenciano en el verano de 1996. Aún así, no hubo una ruptura brusca de la relación porque Olmos pasó a dirigir al Calpe que entonces era el equipo que el Pamesa tenía vinculado en la liga EBA. En el equipo alicantino estuvo tres años en los que los éxitos deportivos se vieron limitados por la economía del club.

Su buena trayectoria en Calpe le permitió dar el salto a la Liga LEB. Fue en la temporada 1999/2000 cuando dirigió al Inca. Su llegada a Mallorca marcó un punto de inflexión en la vida del club. Con Olmos en el banquillo, el Inca se desprendió del estigma perdedor que había paseado durante los últimos años y acabó disputando las series de ascenso. Las lesiones de jugadores clave (Roman Rubchenko y Lou Roe) y un fatídico cuarto partido de playoff ante el Cajasur impidieron que Olmos completara un curso histórico.

Maltratado por una facción del club, el preparador valenciano decidió dar por cerrada su etapa en Inca y aceptar una propuesta del Ciudad de Huelva. Con el cuadro andaluz completó una buena fase regular, aunque el Manresa le dejó fuera de la carrera hacia la ACB. Olmos prolongó en el Sur y firmó por Los Barrios al que ha dirigido esta temporada.

Tuvo que superar un mal comienzo de temporada que le llevó a estar con sólo tres triunfos en los primeros trece partidos. Cuando peor estaba la situación, el equipo comenzó a mejorar y terminó como uno de los mejores de la competición aunque no le dio tiempo a clasificarse para la pelea por el título ya que acabó en décima posición. Ahora, aquel chico de poco más de veinte años que llegó al Pamesa tras entrenar a los niños del Colegio San Pedro Pascual, vuelve seis temporadas después con el reto de escribir la mejor página de la historia del Pamesa Valencia.