El libro de estilo de Gregorio manzano gusta en el vestuario del
Real Mallorca. Contemplar un entrenamiento hoy en Kössen no tiene
nada que ver con una sesión de trabajo en este mismo recinto
deportivo cuando hace un año Krauss intentaba dirigir a este mismo
grupo de futbolistas. Se trabaja física y técnicamente y el balón
continúa siendo el gran protagonista de este stage de pretemporada.
ENVIADOS ESPECIALES A KÖSSENCierto es que no existe la presión del año pasado cuando la
Champions estaba en juego pero en términos generales el ambiente de
trabajo diario es diferente y los futbolistas agradecen el poder
hacer su labor basándose en unas bases fundamentales desde el punto
de vista de Gregorio Manzano. El entrenador de Jaén quiere mucho
orden y, sobre todo, mucho equilibrio en todas las líneas del
campo, pero especialmente en defensa. Para ello realiza diariamente
ejercicios con balón destinados a mejorar esta faceta, la del orden
y colocación sobre el campo.
La plantilla es también muy consciente de que este nuevo «libro
de estilo» es ideal para una pretemporada. Javier Olaizola señalaba
respecto a esta circunstancia que «el año pasado la experiencia fue
muy mala y no hay peor cosa que sacar a los jugadores de su sitio,
donde no se tiene confianza ni se está acomodado. Este entrenador
es consciente de dónde se puede sacar lo mejor de cada uno y así
nos está funcionando hasta ahora», dijo Olaizola.
En los mismos términos se expresó el también capitán, Paco
Soler. «El equipo está de otra forma que el año pasado, con la
misma ilusión, pero con un feeling especial con el entrenador. Eso
es mucho mejor que la campaña anterior. Su fútbol concuerda muy
bien con la capacidad de esta plantilla», explicó el capitán
mallorquinista. Gregorio Manzano, su segundo Gonzalo Hurtado y
también el preparador físico, Antoni Servera, han dotado a la
plantilla de mayor confianza y frescura en este incio de curso.
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